Si bien su carácter anónimo le brindó un aura cuasi mística, el productor inglés debería ser reconocido más por la inmensidad de sus aportes no sólo a la música electrónica, sino para la música en general, que por otra cosa.
De él se conoce ya su cara y su nombre, aunque existen muy pocas imágenes suyas en la web, lo que nos deja entrever cómo a veces la obra es más importante que la persona en sí.
Desde la oscuridad su figura se fue construyendo desde el lejano 2005, hasta convertirse en todo un referente a través de composiciones turbias, llenas de páramos ambientales y elementos melódicos preciosos.
Recientemente William Bevan compartió una serie de trabajos inéditos que comprenden un periodo de tiempo entre los años 2011 y 2019. Esta documentación creativa nos brinda una mirada más precisa al devenir de Burial en la última década, que aunque sigue trabajando desde la sombras y el casi aislamiento mediático, su trabajo se mantiene vigente.
Escúcha la compilación aquí.