Sabemos que son tiempos duros. Y que es difícil estar encerrado. Más aún cuando nuestra vida ha dado un giro de 180 grados. De patinar el pavimento y los pasamanos en el exterior, ahora se tiene que estar encerrado en lo que se entiende el comportamiento del nuevo coronavirus que tiene al mundo entero en confinamiento.
Sin saber exactamente como cuando y como retomaremos la vida como era hasta antes del Covid19. Pero hoy más que nunca, vale la pena recordar que cada crisis es una oportunidad para cambios que puedan mejorarnos como personas en sociedad. Por tal motivo, nos acercamos con Víctor Íñigo, fundador del ICAT Instituto de Consejería y Análisis de Temperamento A.C. en donde se generan modelos innovadores que desarrollan extraordinarias habilidades para mejorar las relaciones interpersonales en el marco de una existencia más plena. Indispensables en tiempos donde las relaciones personales conviven con el estrés que genera la incertidumbre de la pandemia.
“Ya sea que esto se viva como una gran catástrofe, una crisis mundial de salud, una crisis económica o un evento nuevo sin precedentes, o todas las anteriores, es natural, como siempre sucede con nosotros los seres humanos, tener diferentes perspectivas de lo que está sucediendo. Sin embargo, el común denominador en el confinamiento que nos atañe, es la pérdida de la libertad, de las actividades cotidianas y de las interacciones físicas, con sus respectivas repercusiones, y con todo esto ¿Cómo no perder mi identidad?. Si no me pierdo a mí, entonces no todo está perdido” nos comenta Víctor.
Así que aquí te presentamos algunos consejos para que literal, no te pierdas en tu habitación, y aproveches este tiempo para potenciar cosas que seguro posees y no te habías dado cuenta
Aún puedo ser “Yo” incluso durante el confinamiento
Estamos seguros que eres bueno en algo: ¿Qué de eso, para lo que eres bueno, puedes seguir haciéndolo dadas las nuevas circunstancias? Piensa en ello, dibujar, decorar la tabla, escribir, rediseñar tus Vans favoritos, Trabajar en esos pasos de baile que nunca te salen.
Me gusta mi vida, y me gusto “Yo”, aunque no me gusta lo que está pasando
Paradójicamente, la pandemia nos obliga a reflexionar en el bien colectivo, pero con sana distancia. Bien. Piensa que distanciamiento físico no significa aislamiento. ¿Cómo puedes provocar cercanía (no física) con aquellos que son importantes para mí? Cultiva la relación conmigo mismo. Quiérete y cuídate lo suficiente. Date tiempo. Hazle caso a los Divinyls. Seguramente necesitas muy pocas cosas para estar bien en estos tiempos. Lo que sientes es válido, pero no define quién eres ni el valor que tiene tu vida, que sigue siendo buena a pesar de las circunstancias, aunque no lo creas. Clávate en eso. Pon tus rolas favoritas. Vans está publicando playlist buenísimos. Haz los tuyos.
Yo estoy a cargo de mí, también durante la pandemia
Tienes total libertad de decidir sobre aquello que te fortalece. Úsalo para que se fortalezcan los demás. Si tienes buenas acciones contigo mismo, podrás tenerla con los demás. Piensa en esos valores que te mueven y trata de demostrarlo a quienes te rodean. Utilízalo a favor. No te pelees y deja ser a los demás. Sabemos que el encierro puede estresarnos y decir cosas que en verdad no sentimos. Y muy importante: ¿Estás poniéndole más atención a aquello que no puedes hacer por la cuarentena? Porque no empiezas pensar en eso que si puedes hacer, quizás porque tienes más tiempo.
El sentido de estar confinado conlleva el máximo valor existencial: es bueno para mí y para los demás
Piensa esto: la pandemia terminará. El sufrimiento pasará. Hay un futuro.¿Qué puedes hacer para que algo bueno salga de todo esto? Mientras sigues adelante, imagina como vivirás la vida para que sea más plena en el contexto del nuevo mundo después de la pandemia. Tranquilidad ante todo. Sobreviviremos. Y las nuevas opciones serán como un continente por descubrir.
Si sientes que requieres algún consejo en especial, escribe a Víctor Íñigo para aclarar cualquier duda o inquietud
victor@icat.org.mx