Tal vez en otra época pudieron ser unas leyendas pero hoy en día son un secreto a voces. Metric tienen éxito comercial bastante marcado, gracias a ventas de discos pero sobre todo por sus enérgicos conciertos que los han llevado a tener fans en todo el mundo. Sin embargo, distan de ser un nombre como el de los White Stripes o los Strokes.
Tal vez esto es debido a la naturaleza misma de la banda. Aunque su fusión de rock, punk, pop y sintes puede llevar a una gran multitud de gente a corear sus canciones, estas distan de ser simples refranes repetitivos. Las letras de la vocalista Emily Haines se leen como poemas (su padre es poeta de profesión y escribió textos que acompañaban a discos de jazz) que reflejan situaciones personales como políticas. “I fought the war but the war won / stop for the love of God” entonaba en el coro de “Monster Hospital”, transformando el refrán de la famosa canción de Bobby Fuller Four de rebeldía juvenil a un comentario más amplio sobre la guerra en el Medio Oriente que se vivía en esa época. Así mismo, la música se escucha íntima y personal, aunque las guitarras y los teclados resuenen como si se escucharan de miles de amplificadores.
Tal vez por esto dieron un reverso recientemente. Su álbum anterior, Pagans In Vegas fue su apuesta por algo más comercial, enfocándose en los electrónicos para competir con los DJs de EDM sin sacrificar lo que hace a Metric su propio ente. La apuesta no pagó dividendos por lo que se tomaron un respiro, Haines y el guitarrista Jimmy Shaw contribuyeron al más reciente disco del colectivo Broken Social Scene al que pertenecen y Emily hizo un disco solita. Ya de vuelta con Metric, encararon su nuevo disco, Act of Doubt, como lo que son, cuatro personas tocando instrumentos juntos y generando un montón de energía.
Platicamos por teléfono con Shaw sobre abrir la más reciente gira de Smashing Pumpkins, mantenerlo DIY a como dé lugar y el papel de Metric en la escena de Nueva York de la que formaron parte junto con Interpol, Yeah Yeah Yeahs y The Strokes.
¿Qué tal les fue en la gira con Smashing Pumpkins?
Fue muy divertido, fue muy bueno comenzar el ciclo del nuevo disco tocando para un público que no sabe la diferencia entre nuestras viejas y las nuevas. Pudimos ver la reacción verdadera de estas canciones a través de la ejecución y la música misma, no si es la canción que conocen o no. Además, tocábamos para 10 mil personas cada noche. Nos la pasamos muy bien.
Quería preguntarte de su nuevo disco. Ahora por todos los acontecimientos que han pasado en el mundo, parece que fue hace mucho que no sacaban algo.
Emily grabó un disco solista a final del año pasado y yo ayudé a producirlo, luego nos fuimos de gira a presentarlo y creo que para ella fue muy catártico porque muchas emociones las dejó en su disco. Para cuando comenzamos a escribir el disco de Metric teníamos muy claro que queríamos hacer, queríamos adaptar lo que hace Metric en el escenario al disco. Queríamos hacer un disco bastante rockero. Dijimos “vamos a grabar a la banda en su forma más verdadera”, y eso hicimos.
Los he visto en vivo en algunas ocasiones y sé que les gusta jugar con diferentes arreglos. ¿Eso también es normal en su proceso de estudio?
De alguna manera. Cuando tocamos juntos es cuando las canciones sonaban de lo mejor, en vez de discutir qué queríamos hacer. Solo tocábamos y jammeabamos hasta que la canción se sentía bien y encontrábamos la identidad las canciones. Somos muy impacientes pero el productor que contratamos, Justin Meldal Johnsen es increíble. Cuando nosotros decíamos que algo no estaba funcionando nos decía “ustedes necesitan relajarse, solo sigan tocando” y tenía razón.
Es la primera vez en mucho tiempo que trabajan con un productor. ¿Cómo fue para ustedes trabajar así? Particularmente en tu caso ya que habías fungido como productor en los discos anteriores.
Fue excelente. Para poder tocar junto con los otros tres miembros de la banda, no podía separarme de los demás y tratar de mantener un oído objetivo, tuve que dejar eso y enfocarme a tocar la guitarra. Justin fue muy bueno viendo cómo somos realmente, nuestras fuerzas y debilidades. Amamos trabajar con él.
En sus discos anteriores, ¿qué duda tuvieron de trabajar con otros productores? ¿O más bien fue el caso de encontrar a la persona correcta?
Creo que es ambos. Antes sentía que yo tenía más que decir como productor que como guitarrista, así era como expresaba mis ideas. Pero me di cuenta que cuando estábamos girando Pagans, mi visión comenzó a cambiar y quise dejarme llevar por la guitarra como un instrumento con el que podía decir algo. Eso indicó que necesitábamos a alguien más.
¿Qué canción representa más el proceso del disco?
Por ejemplo, la canción “Art Of Doubt” era una canción muy lenta, la intentamos grabar hace años; era la canción más lenta del mundo. Un día en el estudio, Emily sugirió que la tocáramos y nos decía que quería que lo hiciéramos más rápido y más rápido, y terminamos con canción totalmente diferente a lo que habíamos comenzado porque los cuatro intervinimos.
Son una banda DIY que ha crecido mucho, tienen su propia disquera y ustedes mismos se manejan, ¿cómo poder ser una banda así hoy en día?
Es una industria difícil pero pienso que siempre ha sido una industria difícil. Hemos vivido muchas épocas diferentes; comenzamos en 1999 cuando la industria estaba en su apogeo, las bandas podían firmar contratos por millones de dólares, las disqueras tenían tanto dinero que podían regalarlo prácticamente. No había video que costara menos de 300 mil dólares y ahora si alguien gasta 30 mil en hacerlo está loco. Han habido tantos cambios pero hay cosas básicas en las que te tienes que enfocar, cómo ser auténtico con quien eres y con lo que haces, tu relación con la banda y mantener una comunicación directa con ellos; no dejes que la industria se involucre mucho en lo que haces, si debes hacer esto o el otro. Si debes hacer hip-hop porque ahora eso es más grande que el rock. Si tratas de seguir la moda terminarás detrás de la moda, si haces lo que quieres y lo haces por mucho tiempo estarás a la moda por un ratito, la moda te alcanzará. [ríe]
Llevan tocando bastante tiempo como mencionaste; comenzaron siendo parte de esta ola que nos trajo a Interpol y a los Yeah Yeah Yeahs pero son recordados más por estar asociados con Broken Social Scene y los músicos de Toronto de la década de los ‘00s. ¿Sienten que la gente no los sitúa como deben?
Es gracioso, porque no tiene mucho que salió el libro Meet Me In The Bathroom. Nosotros vivíamos en el mismo lugar que Yeah Yeah Yeahs, TV On The Radio y Liars, yo era el portero de ese edificio. Metric y Stars ensayábamos ahí, pero no nos incluyen en esa narrativa por cualquier razón, aunque entiendo por qué no lo estamos. Hay algo muy neoyorkino en no incluir a los canadienses aunque estuviéramos justo ahí, es algo muy elitista. Parte por lo que no me gustaba la escena de Nueva York es que todos actuaban como si solo hubiera un lugar para ser exitosos y todos debíamos luchar por ese lugar. Luego me mudé de Nueva York en 2002 o 2003 y regresé a Toronto. Tal vez porque nunca han tomado en cuenta a Toronto en el mundo musical, la energía era muy diferente a NY porque todos sentíamos que teníamos que juntarnos para que el mundo nos viera. Por eso bandas como Broken Social Scene existían porque todos éramos parte de eso, necesitabas que hubiera 10 bandas sacando discos al mismo tiempo, hablando de cada bandas al mismo tiempo, apoyándonos entre todos para que nos dieran espacio en el mundo del rock n’ roll y eso era mucho más cómodo para mi. Me gustaba tocar en Social Scene y Metric y tourear con Death From Above 1979 y la idea que alguien podía ser fan de Leslie Feist y Death From Above significaba más que nada. En Nueva York, si no tomabas las drogas indicadas o no te ponías los jeans indicados, entonces a nadie le importabas, y en Toronto importaba más la música y el arte.
Metric estará toureando los EEUU durante 2019 con Zoé: