Llegó la segunda jornada de House Of Vans, y llegamos a primera hora para disfrutar de todas las actividades disponibles para el día de hoy. El Frontón México empezó a recibir gente desde temprano quienes además de pasar por unos waffles, para empezar el día con el estómago lleno, recorrieron el recinto de un lado a otro.
Desde la práctica del reciclaje de tablas con Skate & Craft, hasta el Squeeze Hi, a cargo de Jay Howell,y Cocol Vu, la gente no paraba de llegar y de formarse para probar todas las actividades disponibles. Fue el momento perfecto para pasar al mercadito.
Al paso de la tarde, la rampa empezó arder con el Max Barrera Invitational, que inició con un rito huichol, para dar paso a talento como Terma Medina, Sammy Mijangos, Jonathan Lemus, o Christian Huerta, entre otros quienes le dieron con todo para brindarnos un espectáculo lleno de adrenalina donde Diego Álvarez se quedó con el primer premio.
Poco después de que terminara la jornada de workshops, tocó el turno de Santiago Arau, fotógrafo quien fue parte de la iniciativa de los Vision Walk, para una Master Class dónde reflexionó en torno a la fotografía y sus implicaciones creativas en una época donde las herramientas están en la palma de la mano. Al terminar tuvimos la oportunidad de platicar con él (esperen la entrevista pronto).
En pleno atardecer empezaron los preparativos para el plato fuerte: The House Of Sounds, una variada mezcla de actos musicales que levantó una expectativa enorme de cara al cierre de esta edición de House Of Vans.
¡Primero fue el turno de Disidente! Los oriundos de Guadalajara, empezaron a levantar los ánimos del escenario que paulatinamente empezaba a llenarse, con su marca característica, descargas con sabor a rock con un toque de stoner preciso, y uno de los stagedives más tiernos vistos en años.
El aire tropical lo trajo Caloncho bajo el brazo. El mood como daiquirí de frutas tropicales derretido perfecto para chillear fue el ingrediente necesario para sentirse como en Hawaii, en plena CDMX.
Siguió el turno de DLD, quienes con su potente pop rock de estadio, le brindaron al ambiente ese toque épico e histriónico que le hacía falta a la noche. Muchos fans de ellos se hicieron presentes cantando sus temas.
Llegó la hora de recibir a unos grandes: Panteón Rococó es de esas bandas que ya son parte de la historia musical no solo de México, sino de todos los países de habla hispanas. El descontrol se apoderó del escenario, el frenesí entre el público se podía sentir desde lejos y no faltaron esas rolas clásicas que ya son himnos que perduran más allá de edades y entornos.
Con Panteón Rococó en todo su apogeo, el Off The Wall se hizo presente para cerrar el regreso de este nuevo formato de House Of Vans que cosechó el clamor de propios y extraños.
¡Larga vida a House Of Vans!