La fuerza, pasión y entrega que se encuentra en las páginas de Escrito en el Cuerpo son proporcionales a su forma de cuestionarnos y enfrentarnos al amor. Su autora Jeanette Winterson, eriza nuestros sentidos con sus personajes sin sexo y sin edad, porque en la oscuridad cuando el cuerpo tiembla y la sangre bombea con fuerza no importa nada, más que el deseo de compartir con el ser amado.
A ella le gustaba el estímulo de la sugerencia. Encontraba el placer en la excitación lenta y segura, un juego entre iguales que no siempre deciden comportarse como iguales.
Esta historia de amor parte de la relación monótona de pareja que tiene nuestro personaje principal y el matrimonio “perfecto” de la encantadora Louise y el prestigiado doctor Elgin. Todo parece moverse con tranquilidad entre estos cuatro, hasta que nuestro narrador o narradora y Louise siguen sus instintos carnales y comienzan un romance extramarital: fuerte, pasional y erótico por el que deciden dejarlo todo y comenzar una nueva historia juntos.
¿Cuánto tiempo hasta que empiecen los gritos? ¿Cuánto tiempo hasta que empiecen las lágrimas y las acusaciones y el dolor? ¿O esa piedra específica en el dolor de estómago cuando pierdes algo que no has valorado? ¿Por qué la pérdida es la medida del amor?
Conforme nuestros personajes se encuentra, se desencadena una poderosa narrativa sobre la fidelidad, nuestros instintos animales, la pasión, y el amor, ese que te hace sacrificarte por otra persona. Pero, como el amor mismo, también estas páginas se llenan de un profundo dolor.
Las cicatrices, los besos, las caricias, cada cosa que pasa por nuestra piel deja un recuerdo. Sorprende que para el final de este libro de forma anatómica, sí hablando de las características medicas, se describe al cuerpo y la narrativa se detiene para dar paso a la poesía. Logrando una serie de metáforas eróticas y románticas. Jeanette exalta el placer de tocar y sentirse de estos amantes, pero también la aspereza de los problemas, de las enfermedades y las dudas.
No sólo deseaba la carne de Louise, deseaba sus huesos, su sangre, sus tejidos, las sinopsis que la mantenía unida. La habría tenido en mis brazos hasta que el tiempo hubiese despojado su piel de toso y texturas. La habría tenido en mis brazos hasta que el tiempo hubiese despojado su piel de tonos y texturas.
Escrito en el Cuerpo es una historia de amor bellísima, porque como muy pocas rompe con los estereotipos y muestra las diferentes caras del amor, desde las más brillantes a las más oscuras. Una novela escrita de manera extraordinaria que retoma los ideales románticos y los plasma en frases que dejan una huella en el corazón.