El timelapse de un festival es increíble, se construye un ambiente nuevo para extinguirse en un lapso de dos días; en un parpadeo, pasamos de filas inexistentes a la locura para recargar tu pulsera, y el sonido también va creciendo de forma gradual en fresca sintonía con la puesta de sol.
Uno de los primeros actos que vimos fue Clairo, quien a base de música dulce y tenue, generó el ambiente propicio para que más de uno se emocionara. Con “Bubblegum” y “Pretty Girl”, la talentosa chica de Boston hizo bailar a todos los presentes con su girl power que ya habían a colmado el escenario Levi’s Tent.
Now Now fue otro momento memorable de la tarde, la banda oriunda de Minnesota le brindó al día ese aire de frescura necesario para calentar motores. Sus rolas con sabor indie rock, fueron la muestra perfecta de que llegar temprano a Corona, tiene sus beneficios, en este caso fue ver un acto imperdible en todas las líneas.
Poco después, nos acercamos a ver a Pond que a su vez, fue un buen destello para despedir la tarde con su acid glam rock, pero la noche trae consigo los mejores momentos.
El atardecer trajo consigo a The Jesus and Mary Chain que impuso la estridencia en el frío ambiente de este sábado, demostrando por qué son una leyenda en el universo noise rock. Una antesala perfecta para el cierre electrónico que veríamos más tarde con los Chemical Brothers.
Al caer la noche, era tiempo de ver a uno de los grandes favoritos del cartel: The Kooks, que llenaron el escenario Corona a tope como era de esperarse. Sus grandes clásicos, que han marcado la juventud de muchos, no se hicieron esperar, para que todos corearan sus rolas a todo vapor. Una experiencia que solo Corona Capital te puede brindar.
Una experiencia común en un festival, es que más allá de tus itinerarios, termines llegando tarde para ver al headliner que tanto querías ver. En este caso, con los Chemical Brothers fue casi misión imposible agarrar un lugar decente pocos minutos después de iniciado el acto, con más de medio festival aglomerado en el escenario Levi’s, bailando al ritmo de sus beats.
Aún así logramos acomodarnos después de una larga travesía para ver a estas leyendas de la música electrónica en su máximo esplendor, uno de los momentos cumbres del día sin ninguna duda.
El primer día de Corona Capital, además de dejarnos con ganas de más, volvió a superar las expectativas. Nos vemos mañana, para otra jornada musical que promete.