Ha sido una larga jornada llena de experiencias enriquecedoras y no podemos estar más satisfechos con el resultado; Vive Latino sigue refrendando año con año porqué es el festival más importante en suelo nacional. Una las razones principales, es su discurso inclusivo que congrega a gente de diversos nichos, edades y gustos, a través de carteles que combinan iconos del sabor latinoamericano, junto bandas emergentes que merecen dar de que hablar por sus propuestas en el circuito independiente de la música en América Latina.
Así todo, uno de los mejores momentos que vivimos fueron las actividades que se llevaron a cabo en las rampas, donde nuestro equipo femenil de skate asombró a todos los curiosos que pasaban por ahí y a los amantes de la patineta que observan atentos todo lo que acontecía. Estamos orgullosos de ver cómo el deporte nacional está bien representando desde las nuevas generaciones, demostrando que talento hay, y espacios de exhibición cómo éste hacen que cada vez se vuelva más sólida.
Lo cierto es que fue una de las experiencias que más satisfechos nos dejó de esta edición de Vive Latino, no sólo por el espectáculo que representó, sino por brindarnos la certeza de que la sangre fresca del skate en México, está bien representada: el relevo generacional, tiene con qué pelearle de tú a tú a las generaciones mayores que también han dado de qué hablar a nivel internacional.
Hoy no queda más que esperar al próximo año, y seguir disfrutando de lo que representa en la cultura popular el skate y la música, pilares fundamentales de la ideología de Vans con la certeza de que seguiremos siendo parte de estas iniciativas.
¡Larga vida a Vive Latino!