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La música sinestésica de Damaso Lear

Muchas veces no nos damos la oportunidad de abrirnos y escuchar nuevos sonidos fuera de la música que es nuestra favorita, y de los grupos o artistas que no dejamos de reproducir y darles play en Spotify. También dentro de estas ocasiones, nos cerramos a no escuchar música más allá de lo que está en “hype” o preferimos escuchar bandas emergentes foráneas en vez de descubrir las ofertas auditivas que nos trae nuestro propio talento mexa underground.

Dio la casualidad que hace unas semanas un viernes por la noche conocí a un chico amigo de unos amigos, comenzamos a hablar de conciertos, festivales y música en general, que sin imaginarlo (aún con todo el look y apparel de un Brit boy) me contó que era multi instrumentista y que tenía un proyecto.

Damaso Lear es de esas personas que te sorprenden por como te hablan de algo que les apasionada tanto, por la forma en que te cuentan y te das cuenta que la música lo es todo, que más allá de solo ser un hobby es parte de su vida. Se me hizo un proyecto bastante interesante como para compartírselos y para que no solo a mi me contará sobre la música que hace, si no a todos dentro de Since 66. Lo estuve escuchando todo ese fin de semana y la verdad, merece que lean la entrevista que le hice para entender todo este viaje sinestésico dentro de su proyecto y álbum titulado “Arrival“.

 

Since 66: Cuéntanos un poco más sobre ti: ¿De dónde eres?,¿cuántos años tienes?, ¿qué estudiaste?

Damaso Lear: Nací en México hace 21 años. A los 3 años mi familia y yo nos mudamos a Miami por siete años aproximadamente, pero fue hasta hace 10 años que regrese a mexico.

S66: ¿Cuándo fue que dijiste: “Wow, la música es my thing”? 

DL: Pues, la verdad, siempre estuve rodeado de música en mi vida, tuve los mejores padres del mundo. Los dos trabajan en la industria entonces siempre estaba rodeado de músicos, empresarios, managers, etc. Todo lo que era “música”.

Por mucho tiempo no me interesaba la música, prefería los video juegos, y las artes visuales, pintaba mucho, cocinaba, pero la música nunca se me ocurrió. Hasta que un día, pasé por todos los álbumes de mis padres, y encontré unas joyas bellisimas. Desde Phil Collins, a Sonic Youth, Bowie, Prince, Ramones hasta Buckshot. Y mientras escuchaba Sonic Youth encontré lo que me gusto, algo nuevo sexual, enojado, melancólico, reprimido y bello, algo totalmente distinto a la radio y a lo que ponían amigos, era muy diferente a las bandas que me estaban aburriendo como Pink Floyd y Queen. Pero fue entonces hasta que cumplí 15 años que fui a comprar mi Fender jaguarillo, la cual me enseño como ser único (lo cual ya ni tanto, todos tienen un jaguar o jazzmaster). Ese año mi madre paso por cáncer y empeze a escribir poemas, encontré a John Cooper Clarke y Maya Angelou. Poesía que me sirvió como herramienta para componer y para no solamente ser un “músico”, si no un “artista”. Y así fue cuando me di cuenta que esto era lo mío, cuando compuse mi primera canción.

Compusé, canté, mezcle y produje todo en un lapso de 2 a 3 horas y así fue como salío “Brave”, de la cual me enamore. Pude decir todo, pude crear algo bello, algo único, pude ser como mis héroes, pararme alado de ellos, hasta compararme. Con eso, pude mostrarle mi música a poca gente, la cual tuvo buena respuesta, seguí componiendo, y de la nada, salió un álbum.

S66: ¿Cómo crees que influyó el vivir en diferentes países o el de tener unos padres dentro de la industria, para formarte como artista?

DL: Fue todo. Es una enorme razón del porqué decidí ser músico. Por un lado, entendí todo lo que es el trabajo de management, de estrategias de marketing, las logísticas de shows y del proceso creativo. Tuve la bendición de poder conocer a la gente que conocí, tener las historias que tuve, aprender lo que se. Pero también se que debo superarlos, estoy aprendiendo de ellos, pero ellos no son músicos, ¡pero yo si! Entonces voy a tomar mi camino, trabajar duro como mis padres, y seguir esta línea generacional de música. Extrañamente mi abuelo trabajó en la música también, John era todo un don, su legado y nombre resuena hasta hoy, Robbie (mi papá) sigue marcando el mundo de la música y ahora me tiene que tocar a mi.

S66: Hacer música para ti es: 

DL: Es libertad, trabajo, feo, bello, furia, tristeza, todo, nada, y todo al mismo tiempo. Cuando entro en un transe de componer, cantar o tocar, me pierdo, me vuelvo inconsciente, a veces me da miedo, siento que es otro ser que me quiere hacer daño y lo dejo cantar. Me ayuda y le quiero dar absolutamente todo. Quiero que la gente vea este medio como arte, como algo legítimo, como algo verdadero, como algo real. Quiero poder confundir sus sentidos, poder hacer a la gente bailar, poder hacerlos llorar.

Se que ahora es todo un reto, el ver que puedo aprender, enseñar, compartir y pensar, para poder crear nuevos mundos, escenas viejas (como tu primer beso), recordar esas emociones del pasado, y crear nuevas emociones y experiencias que nunca pensaste posible.

S66: Tengo entendido eres multi instrumentista, pero ¿dónde aprendiste a tocar todos estos instrumentos?

DL: Fue gracias a mucha gente en diferentes etapas de mi vida. Primero aprendí a tocar mal el violín en mi primera escuela. Recuerdo que tenia una caja con una regla y gradué un violin de verdad. Después piano (no me gustaba), pero componía cosas interesantes, como medio asiáticas porque nada más usaba una escala, por que no sabia nada de eso (de hecho, fue la primera materia que reprobé, música, jaja). Después con la guitarra ya fue mucho mas elaborado, tuve clases básicas, pero no me gustaban, iba muy rápido y me aburría. Luego en la iglesia me enseñaron mucho más. Al mismo tiempo en mi casa escuchaba música que quería tocar como jazz, punk, o rock, pero fue hasta que encontré a mi héroe de la guitarra, Chet Atkins, por una muy buena banda llamada The Shadows. Ellos tocaron una canción de Chet y lo encontré. Chet Atkins fue todo. Quería tocar fingerpickig, ya que el podía tocar dos canciones al mismo tiempo. Tocaba como un poeta escribÍa, era su lenguaje y lo cantaba bellísimo, entonces busque las canciones y las practique. De igual manera aprendí más con Sonic Youth. Tocaba mucho, me la pasaba horas bailando en las cuerdas, escuchando todas las combinaciones, todas las notas, no me importaban los acordes o escalas, yo la pasaba bien, dormía con mi guitarra. Al mismo tiempo retome piano también en la iglesia. Y ahí fui transicionando a la computadora, aprendí a usar Live 9. En mi casa me ponía a componer y a aprender como servía todo, y salió natural. Creo que aprendí a producir en un juego, Wario Ware, para el DS, donde hacías tu propio juego y la música era similar a lo que tengo ahora, entonces creo que siempre supe como trabajar en Live.

Hoy en día ando experimentando con sonidos nuevos, lo que cree algún sonido y haga vibrar. Ando probando mucho en synths, análogos y modulares. Hay unos sitios en la web old school que tienen mucha información sobre esto. Ahorita tengo los oídos muy abiertos por sonidos nuevos de pájaros que suenan como celulares, o de llamados extraños en la noche, a gritos de niños, todo es música, todo es sonido, solo es cuestión de la manera en que lo ves. 

S66: Tus tres influencias:

DL: Bowie. Bowie. Bowie. Desde niño mi madre me ponía su música. Era guapo, era bonito, colorido, quería que el fuera mi padre porque creía que me parecía a el. Escuchaba sus álbumes todo el tiempo, durante muchos años y nunca me cansa. Su muerte me destruyo. Dejó un legado bellísimo y super  importante para mi. Dejó un enorme hueco en la música, reto a muchos sobrepasarlo. I´m a blackstar.

S66: ¿Cómo fue el proceso para este primer EP? ¿Primero la música y luego la letra, o primero la letra y luego la música? 

DL: Ese es el problema más grande que me pasa al componer. Siento que es como cerrar una caja, no hay un lado solamente, si no todo esta interlazado. Pero viéndolo como los compositores viejos, el componer música y luego un lírica logracomponer una historia (excepto Wagner el estaba loco).

También me gusta el elemento de como la música es parte en las películas, tienes ya el texto, un propósito, una historia y después viene la música. Entonces para el primer álbum fue experimentar que me servía a mi. Lo cual cualquier artista necesita entender. Por ejemplo, está Amanditita que musicaliza sus textos, o esta más como el otro lado de poner la vocal arriba ya. Yo hice algo más híbrido, donde existe un propósito debajo de la canción. La canción esta compuesta con una imagen en mente, ya tiene la historia, sobre todo por el hecho de que me gustan los poemas. Y ya luego trabajo lo vocal como un instrumento que cambia el elemento de la canción, que la va uniendo y mezclando, dando como resultado la canción.

Y el propósito no siempre es como “voy a hablar de tal cosa”, porque finalmente todo cambia, mis emociones cambian, pero si hay ese objetivo vago para direccionar mis emociones. Siento que mis canciones necesitan la voz, y la voz a la canción, porque la hace más entendible y digerible.

S66: ¿Cuánto tiempo tardaste produciendo “Arrival”?

DL: Canción a canción normalmente era muy rápido. Hacer una canción para mi es fácil, es divertido y explosivo, me toma normalmente una hora o dos acabar la música para todo. Lo difícil para mi ya es la parte de la vocal. Pero con “Arrival”, fue más fácil, tenía muchos poemas, escribía más, y no sabía que hacer. Pero los lapsos de tiempo entre las canciones eran lo más tardado. Mucho en lo que pensar, si lo que estaba haciendo estaba bien, si debía sacar do canciones primero, pero no se pudo eso, porque no paraba de componer, nunca paro. Al final, creo que tomó en total medio año, tal vez una semana por canción y unos meses más para aprender, preguntar, empezar y enseñar.

S66: ¿Tú canción favorita dentro de “Arrival”? ¿Por qué?

DL: Yo creo que es “Corpse“. Bueno, todo el álbum es fenomenal para mi. Tiene algo para todos, es un cacho de mi cerebro, pero “Corpse“, fue feo, intenso, algo que me paso a mi, sobre secretos de mentiras de amor, de abuso a mi, abuso emocional, abuso físico, pero no es para sufrirla. El sonido, la liberación, la confección, es lo que amo de ella, de que es tan accesible, interesante y misteriosa. Tiene elementos que no conozco, porque no era mi consciente quién la compuso, era mi emoción nata, mi furia, mi tristeza y todo el álbum es similar en ese aspecto, pero “Corpse” es más.

S66: Si pudieras tocar en cualquier lugar, ¿dónde sería? 

DL: Talvez el infierno, jaj no. Mmm… yo creo que sería el Carnegie Hall, porque es lo más “música música”, y si pudiera ir, usar un trajesito y lograr que mi música sea puesta a un nivel tan alto, seria impresionante.

S66: ¿Qué es lo que quieres transmitir con tu música? 

DL: Todo. Quiero jugar, quiero hacer mundos, quiero hacer transe, quiero que la gente llore, baile, grite, que se sienta amado, se sienta parte, sea mi amigo, y se sienta intocable. Quiero hacer pájaros en la tarde con una copa de champagne y fuet, quiero que huela a meado en un calabozo obscuro, quiero dar optimismo, quiero que la gente aprecie las cosas, y que vean el mundo como yo, porque es increíble. Quiero enseñar a amar, algo que falta, algo que no veo, amor; sexual, abusivo, bello, materno, paterno, hermandad, quiero dar amor de verdad.

 

Fotografías cortesía de Damaso por Paula Muraira 

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