Otro año a punto de extinguirse y con él los propósitos incumplidos y los recuerdos musicales de una vuelta al sol intensa, pues no solo vivimos quizás de los cambios históricos más importantes en la historia política de México de los últimos 30 años con la esperanza que eso infla; en materia de conciertos, fuimos testigos de presentaciones dignas de recordarse con carácter de legendario.
A propósito de las tres décadas, hasta hace no mucho los buenos conciertos parecían ser leyendas urbanas provenientes del primer mundo, pero En años recientes, la Ciudad de México ya se ha convertido en un destino indispensable en las giras de buenas bandas.
Aquí una lista de recuerdos con lo que desde nuestro subjetivo parecer, representan los mejores toquines de este 2018 que se va:
The Buzzcocks en el Festival Marvin
Ver a los considerados padres del pop-punk (y esto para nada es una connotación peyorativa) siempre garatinzará ser parte en la historia del rock, más si el fundador cantante está a unos cuantos centímetros atizando el moshpit. Este concierto terminaría por alcanzar su estaus de mítico, pues termnaría siendo de las últimas presentacion de su líder, Pete Shelley, quien murió de un infarto el pasado 6 de diciembre.
The Charlatans en El Plaza Condesa
Hablar de los Charlatans es reconocer, con el mea culpa en la frente, que el movimiento madchester, el rock alternanitivo o el britpop han sido injustos, cuando mezquinos, con el combo de Manchester liderado por Tim Burguess que aportado un sonido único sostenido el inconfundible groove de su órgano Hammond, la voz de Tim y sus letras de provincianismo decadente. Si bien ya habían hecho alguna aparición como parte del line up de un Corona Capital, verlos en la intimidad de un foro como El Plaza condesa permitió disfrutar con nitidez el clásico sonido charlatan.
LCD Soundsystem en el Pepsi Center
Que decir, ver a James Murphy y su orquesta de electro dance – post rave es garantía de desmadre festivo donde el baile es parte de la inteligencia, tanto la motriz, como emocional y hasta artificial. Fue un imponente estado de euforia potenciado por la brutal ingeniería de audio que ayudó a electrificar la experiencia. La voz de Murphy posee un grado de madurez tan fiestero que se vuleve un digno ejemplo de adulto mayor sin miedo a la mesura.
Public Image Ltd. en el Pepsi Center
No estuvo tan atascado como aquella legendaria tarde de agosto hace un par de años, pero era la sensación de estar acudiendo a un ritual de iniciación, Lydon por primera vez en México, ¡carajo! Hubo un momento en que un muro de granaderos se leventó al frente de las entradas de El Plaza Condesa pues el rumor de el portazo circuló tan rudo que se estaban imaginando un caos casi a la misma altura del legendario desastre que ocasionó el Bauhaus de Peter Murphy en el Cine Ópera, también en su primera vez en el entonces DF, allá por 1998. Esta vez no hubo granaderos ni la misma cantidad cantidad de fans, de hecho, puede que sólo la mitad (tomando en cuenta la multitud de El Plaza) se haya hecho presente pero justo eso fue lo memorable: un toquín íntimo, muy bien ejecutado, con un repertorio más clavado y Lydon haciendo honor a su leyenda cuando se quiso madrear a un fotógrafo que se ya se había pasado de verga con los flashes de su cámara profesional, momentazo.
Panteón Rocococó en el House of Vans, Frontón México
Este 2018 fue importante pues marcó el regreso del icónico House of Vans y lo hizo con dos grandes nombres del rock mexicano: Molotov y el Patenón Rococó, éste último dio cátedra de lo que se trata el rock urbano, con todos sus contrastes y alegrías. Ver al público corear sus canciones con lealtad de barrio encrispaba la piel, al mismo tiempo que viajabas en el tiempo, a esos tiempos de inocencias asfaltada de realidad. Un momento épico, histórico.
Soulwax en el Ceremonia
Los hermanos Dewaele nos dieron cátedra de que pueden reunir músicos de diversos géneros para crear un propio estilo. Tres baterías (Igor Cavalera de Sepultura, Blake Davies y Victoria Smith) tocando simultáneamente. Así lo acústico instrumental hacía match con las grandes máquinas de sintetizadores para volarnos la cabeza. Sin duda un show en que todos bailábamos al ritmo de Soulwax.
Queens Of The Stone Age en el Vive Latino
Eargasmos con una de las bandas más representativas del stoner. Guitarrazos que retumbaban en cualquier parte del escenario principal (Foro Sol) del VL. Sí, Josh Homme es el líder principal de QOTSA pero Jon Theodore en la batería fue como ver una bestia devorando a su presa. Así 14 canciones lograron un viaje tremendo sin la necesidad de aplicar 420.
Gorillaz en el Vive Latino
Expectativas superadas. Visuales más que perfectos, calidad de audio en su punto, juego de luces que crearon el espacio ad-hoc para toda una fiesta llena de invitados. Demon demostró porque es un frontman de otro mundo; prende a sus músicos, a la gente y no se cansa de estar brincando. Aparte que como buen host, subió a varios como Peven Everett, Little Simz y De La Soul. A todo lo mencionado, hay que agregar que Gorillaz se aventó un setlist variado y con todos los éxitos de cajón.
Bad Religion en el Hell and Heaven
El punk rock show de ensueño. A pesar de que ese día hubo una lluvia torrencial durante y ser parte de un festival de metal, eso no detuvo a Bad Religion ni mucho menos a su más aguerridos fans. 21 canciones rápidas que abrieron el mosh-pit enfrente del escenario; sudor, sangre, lodo, lluvia, putazos y pasión al límite. El diplomado nocturno en “Punk” impartido por el Dr. Greg Graffin, culminó con ‘Fuck Armageddon… This Is Hell’.
Kobosil en Bajo Circuito
Techno oscuro de Berlín para la CDMX, así fue como el chaval de Kobosil tumbó Bajo Circuito. De manera que pudimos ver lo virtuoso de este joven de 24 años y entender el por qué es residente de Berghain. Desde el momento que se subió, comenzó a soltar velocidad a su set, sin bajarle en alguna parte hasta el final.