Cai Guo-Qiang es uno de los artistas contemporáneos más populares de este joven siglo XXI, reconocimiento que llegó gracias a su peculiar técnica y medio expresivo. Además, un poco de ayuda nunca está mal, debido a su ya distinguida trayectoria, se hizo merecedor de un boost mediático de magnitud olímpica en Beijing 2008, donde fue el comisionado para crear el espectáculo pirotécnico de la ceremonia de inauguración, que mejor escaparate para un artista, el mundo entero conectado para ser testigo de su trabajo en tiempo real.
La importancia de la materia prima con la que que este artista dibuja es la esencia de su obra, el uso de la pólvora y otros pigmentos orgánicos es una interacción física y química tanto como espiritual entre Guo-Qiang y la naturaleza. No solo recupera el valor histórico y tecnológico que la pólvora posee para el desarrollo de nuestra civilización, sino que también alude a una faceta más olvidada de la mezcla explosiva, la medicinal, que fue donde se originó. (La palabra pólvora en chino 火药/火藥 y significa literalmente “medicina de fuego”) Claro que en ello está implícito un sentido nacionalista al ser un descubrimiento de su nación natal.
En otras y pocas palabras, este artista-alquimista genera una práctica artística de sanación a través de pequeñas y controladas explosiones rituales.
En 2010 el artista presentó en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo su exhibición Resplandor y Soledad, su primera exhibición individual en Latinoamérica que consistió en una pequeña retrospectiva de sus presentaciones pirotécnicas y una instalación monumental dónde Cai creó un paisaje con rocas volcánicas con un “lago” de mezcal en el centro y alrededor se exhibían catorce dibujos de pólvora inspirados en la histórica prehispánica de nuestro país. (Lástima si te lo perdiste)
Aquí puedes ver el proceso completo para producir uno de sus dibujos usando pólvora.
La otra parte de su obra está lejos del carácter primitivo y el papel pero mantiene la gran escala, me refiero a sus colosales instalaciones con pirotecnia, esta vez la pólvora y su poder explosivo son manipulados por software y microchips que controlan velocidad, explosión y ritmo. Coreografías fugaces de sonido y color que gracias a la inteligencia artificial son capaces de dibujar en el aire impresionantes patrones, siluetas y formas.
Cai Guo-Qiang, Transient Rainbow, 2002, New York
Cai Guo-Qiang, Black Ceremony, 2011, Doha, Qatar