Escribir una nota sobre el desarrollo y evolución de una marca como lo es Vans NO es tarea fácil. Hace tiempo leía una columna la cual decía que Paul Van Doren nunca imaginó hasta donde llegaría su compañía y yo creo que eso es un error. Paul apuntó alto desde siempre, sin embargo a diferencia de otras productoras de zapatos, cimentó su compañía sobre bases sólidas y creo que esa es la diferencia.
Al día de hoy, Vans continúa con un legado firme y atemporal. En este texto no encontrarás una línea cronológica, eso lo haría cualquiera, quiero compartir contigo los modelos que yo considero imperdibles:
1. Vans Era, el estilo 95. Cuando Paul abrió sus puertas prácticamente no contaban con stock. Así que el primer día fueron 12 clientes por sus pares. La leyenda cuenta que estos mismos 12, se llevaron el zapato con la premisa de probarlos y regresar a pagar si era satisfactorio. Todos volvieron. Vans había nacido. En lo personal y pese a que conozco muchos colorways (como el blanco con rojo que se lanzó recientemente retomando la raíz del producto) mi favorito siempre ha sido el rojo con azul. Lo he comprado en más de 4 ocasiones y el sentimiento no cambia, es un zapato único. Como plus, el forro interno en cuero en la parte trasera fue una sugerencia de Tony Alva, ya que este sujetaba con fuerza su pie al carvear las albercas.
2. Sk8 Hi. Cuando yo patinaba, una fiebre de zapatos chunkies invadía el mercado. Zapatos gordos, pesados y amorfos. Sin embargo, el Sk8 Hi rondaba por todas partes si eras observador. Lo veía en los veteranos que le daban impecable en la fuente, en los que le daban por la mañana en San Agus, los veía en lo videos antiguos de Powell Peralta y me obsesioné. Tiempo después, Don Raúl de Bal Skate me los trajo por encargo. Hay un antes y un después de calzar por vez primera un par de Sk8 Hi. Mi favorito es la colaboración con la bones brigade, un par soberbio que desgraciadamente no llegó a México y que yo conseguí en Texas y en precio retail.
3. Oldskool. Como muchos de ustedes yo fui a una prepa al sur de la Ciudad de México. Los alumnos tenían al alcance los viajes y la cultura de los tenis no estaba exenta. Aquel que tenía piezas raras era el centro de atención. Yo tenía un buen amigo que se llamaba Kurt. Sus padres eran dueños de una famosa casa de música en el centro. Las tardes solíamos usar los instrumentos nuevos sin que los del almacén se dieran cuenta. Ahí conocí los pedales de efectos y los oldskool. Los calzaba de manera asquerosa, jamás los limpió. Los compró en Portland y de regalo me trajo una thrasher magazine. Ambas cambiaron mi vida.
4. Cab6. Cuando tenía 15 años y cursaba la prepa mi familia solía desayunar frente a Bal Skate en la Jardín Balbuena. De manera subliminal solían exhibir el Cab6. Eran tiempos distintos, el acceso al sneaker de moda era vía impresa gracias a la transworld, que leías y no comprabas. Tuve este par antes de tener siquiera una patineta. Fue mi último regalo de día de reyes. Un par mágico, que me mostró la salida a la adolescencia de una forma radical. Calzando los zapatos del hombre dragón.
5. Slip on checkers. El slip on es un zapato de respeto. Para mí cuenta con toda la energía de una marca. ¿Por qué? La respuesta es simple, no necesita de cordones, no necesita de más de dos colores, no necesita de nada, para ser uno de los zapatos mas icónicos de la historia. Es un ejercicio de diseño impresionante. No importa ni quien ni como los calce, no importa la época. Siempre será el centro de atención. Siempre.
6. Vans style 36. Cuando me obsesioné con la compañía, iba en la universidad y hacía arte. Retomé la patineta para no dejarla nunca, y solía comprar revistas viejas de skateboarding. Todo lo viejo me alimentaba. Desde afiches hasta ropa. Cuando regrese al juego mi amigo Sauro entraba a una nueva faceta de su carrera. Comenzaba a dar clases buscando un nuevo talento, un chavito al cual pasarle la estafeta. Así que su estrategia fue hacer un gráfico para niños. Después de un mes de hacer trazos lanzamos su pro model. Una patineta con fondo rosa mexicano, con un trazo de un dinosaurio infantil. Me atrevo a decir que fue la primera patineta ilustrada para niños en México. ¿La paga?
El pro model de Tony Alva, en colores y azul con gris. Un par soberbio. Todo pasa por algo, yo aprendí que este estilo es el más radical para patinar en transición y Sauro al paso de los años consiguió a su talento, están en la ardua labor de llegar a los Juegos Olímpicos. Es mujer y por cierto, patina para Vans México.
7. Vans the cap Lx. Hoy en día se libra una batalla cruenta en el mercado de los sneakers. Hordas de hombres y mujeres haciendo fila, dispuestos a asesinar por el par de moda para después reventar el internet con los precios de reventa. Mucha gente me decía que Vans se encontraba exento de esta tendencia y eso cambió con the cap Lx. Es un par controvertido, ya que entra a la tendencia de la reconstrucción. ¿Para mi? El mejor par de los últimos diez años.
Un ejercicio de diseño que junta lo mejor de 51 años de una compañía en un zapato. Atrevido, altamente coleccionable y con la energía de un estilo de vida. Es como si California viviera en tus pies. Estos son sólo algunos de los estilos que YO considero marcan una transición de diseño en la casa de Orange County. Espero lo disfruten y mejor aún los adquieran.