Este año se celebra el 60 aniversario de una de las obras más relevantes de la fotografía del siglo XX: “The Americans”, el fotolibro que instauró a Robert Frank en la cúspide del medio. Después de su llegada a América al término de la segunda Guerra Mundial, comenzó a trabajar como fotógrafo para Vogue y Harper’s Bazar, hasta que en 1955 decidió emprender un road trip por toda la Unión Americana para fotografiar a sus habitantes, sus condiciones sociales, estadíos mentales, políticos y religiosos, el resultado de ese viaje que duró 2 años fue “The Americans”, proyecto que condensó la esencia de toda una nación, una radiografía de un país en catarsis creada por la visión de un extranjero de origen suizo. Tal vez sea este factor lo que envuelve con un aura de honestidad sensible a la obra; el trabajo fotográfico y documental más importante en la historia de los Estados Unidos hecho por un inmigrante, ¿existe algo más americano que eso? No.
Sus fotografías se concentran directamente en la espontaneidad de la vida dejando de lado el ejercicio de la aristocrática técnica impulsada por Ansel Adams, artista que representaba una contraparte ideológica. Frank logró desarrollar un punto de vista totalmente nuevo, su estilo rompió con los cánones impuestos hasta ese entonces al tiempo que se le adjudicaba el nacimiento del “snapshot”.
The Americans consta de 83 fotografías seleccionadas de un archivo con casi 20 mil imágenes, y fue publicado primeramente en París en 1958 por el editor, curador, fotógrafo y diseñador, Robert Delpire, personaje fundamental para el impulso de cientos de nuevos talentos fotográficos. Su trabajo dio salida a libros fundamentales para el fotoperiodismo como: Juste un peu flou de Robert Capa, Des Images et des Mots de Henri Cartier-Bresson, Exiles de Josef Koudelka, Sur la route des esprits de Abbas, Les Allemands de René Burri y Made in Belgium de Harry Gruyaert. Delpire quien también fuese el fundador de la revista L’Oeil y esposo de la increíble Sarah Moon, murió el año pasado.
En 1957 al regreso de su viaje, conoció a Jack Kerouac, quien después de mirar su trabajo se ofreció a escribir el prólogo de la edición publicada por Grove Press en enero de 1960.
Aquí puedes escuchar a Robert Frank hablar sobre su vida antes y después de The Americans:
Su relación con el vagabundo del dharma y la generación Beat lo llevó a documentar ese estrato de artistas, y a dirigir en 1959 el cortometraje “Pull My Daisy”, el cual fue escrito y narrado por Kerouac y protagonizado por Allen Ginsberg, Gregory Corso y Peter Orlovsky, Jonas Mekas también andaba por ahí inmiscuido.
Frank siempre tuvo una estrecha relación con la cultura underground de Estados Unidos, y el ejemplo más importante de ello fue su colaboración fotografiando la producción de uno de los films más reveladores de la contracultura, “Chappaqua”, película dirigida por Conrad Rooks en 1966, donde aparecen míticas figuras como: The Fugs, Ornette Coleman, Moondoog y William S. Burroughs, por mencionar algunas.
William S. Burroughs como “Opium Jones” en Chappaqua
Ya estando en el aspecto cinético, es necesario señalar su gran logro como filmmaker, se trata de “Cocksucker Blues”, un documental-ficción protagonizado por The Rolling Stones durante su gira en América durante 1972, las secuencias ponen en evidencia y desarrollan muchos aspectos no gratos para la reputación de la agrupación, así que los Rolling demandaron a Robert Frank por los derechos de autor para evitar que fuese exhibido en EU. La corte resolvió la disputa restringiendo la exhibición de la película a ser mostrado no más de 5 veces al año y solo en presencia de Robert Frank.
Completo aquí.