El juego desarrollado por Ubisoft habla de un lado muy oscuro de Estados Unidos que ha relucido desde la llegada de Donald Trump a la presidencia.
Los videojuegos son un excelente medio para contar historias fantásticas e increíbles, también para narrar las cosas más dramáticas y llenas de suspenso, sin embargo, a veces los obras llegan a relatar hechos muy cercanos a la realidad, lo cual causa cierta irritación a grupos de pensamiento tradicionalista.
En el caso de Far Cry 5 encontramos un mensaje político que los desarrolladores no deseaban transmitir, pues a final de cuentas hablamos de un videojuego que busca entretener a una audiencia lo más amplia posible. “El problema recae” en el escenario, el cual toca temas delicados y presenta una visión que muchas personas alrededor del mundo tienen cuando piensan en la Unión Americana.
Entre religiones y sectas “más allá de la realidad”
Far Cry 5 está situado en Hope County, Montana, donde un predicador llamado Joseph Seed ha llegado a los puntos más altos del condado. Este individuo cree ser el elegido para proteger a la gente su “pueblo” de un “colapso inevitable” y, por esa razón, estableció una congregación llamada Eden’s Gate para cumplir su misión y llevar a la gente a la salvación. Ahora, en realidad, Seed es un radical con un culto militar. Bajo su mando a base de violencia e intimidación es que controla a la población y evita que los agentes externos puedan intervenir.
El jugador toma el papel del sheriff y tiene la misión de arrestar a Seed, el cual, de paso, está armado de un ejército y militares retirados. También tendrás la ayuda de varios personajes que buscan oponerse al antagonista del juego.
Con esto en mente, ¿cuántas veces no has escuchado sobre las famosas sectas en Estados Unidos y los suicidios colectivos o las lamentables matanzas en las escuelas? Es imposible no usar estos preceptos para contar una historia. Dentro del universo que plantea Far Cry 5 debes cambiar las cosas por el bien de personas manipuladas por un discurso mediático cobijado por el nombre “de algo mucho más grande” que la existencia misma.
Dicen que esta clase de temas son muy delicados, pues no es bueno hablar sobre creencias, pero, los videojuegos siempre se han escudado en la libertad de expresión para narrar grandes historias que dejan lecciones en el videojugador.
Estados Unidos, ¿un escenario perfecto para Far Cry?
Gracias al discurso de los altos mandos en la casa blanca, Estados Unidos vive una división entre conservadores y liberales realmente marcada. Ahora, volvamos al tema del lugar, tenemos la pequeña ciudad de Montana, donde imaginamos que las cosas son de cierta manera. Pero ¿y si no fuera tan diferente a una dictadura en los Himalaya como en Far Cry 4? El escenario es propicio por una buena razón, hay gente pensando que es correcto lanzar una granada a una tienda inmigrantes o golpear a un periodista.
Far Cry 5 aprovecha todos estos elementos y los compacta en un enorme mundo abierto lleno de caos y posibilidades donde el jugador puede manejar toda clase de vehículos y reclutar civiles para unirlos a su causa para acabar con el régimen del pastor. Al menos, en el juego, el usuario tendrá la posibilidad de oponerse a un peligroso y suicida culto dispuesto a sacrificar cuántas vidas sean necesarias para realizar su objetivo.
Nada es verdad y nada es mentira, todo depende del cristal con que se mira
El lanzamiento de Far Cry 5 será publicado el próximo 27 de marzo y es un hecho que la controversia lo acompañará por los distintos problemas que rodean en estos momentos a Estados Unidos como la compra de armas, racismo e inseguridad, lo curioso es que su figura más importante propone las peores ideas para resolver la situación, cuando en el juego, tendrás que tomar la justicia por tu propia mano para arrestar a un demente cuyas acciones son justificadas bajo el nombre de un ser “supremo” y un pensamiento colectivo muy delicado.
Far Cry 5 tiene todo para ser un gran título pues cuenta con una historia interesante, y mecánicas de juego sólidas, el problema radica en el controvertido escenario y la situación de un país en descomposición donde los videojuegos son el mejor pretexto para justificar todos los males.