Anthony Green cuenta una historia de uno de sus primeros días en el camino con Saosin. Llevando nada más que pantalones cortos, en una bruma de Nyquil, él y la banda deciden aprovechar al máximo los fuegos artificiales que acababan de comprar mientras conducían entre espectáculos con sus compañeros de gira.
La noche termina con Anthony en una celda de la cárcel, todavía en pantalones cortos, y aún apegado a su historia, solo fue una bengala …