En algún momento de junio, en plena emergencia sanitaria, nos conectamos con El Shirota para cotorrear de su más reciente release: Tiempos Raros.
Cada uno, desde sus espacios, gracias a una de tantas aplicaciones de teleconferencia, se sentaron a cotorrear con Since 66 de su disco, su proceso y la situación por la que estábamos pasando.
S66 – Me gustaría empezar con el nuevo disco. El título, “Tiempos Raros” me llama la atención. Parece haber un match entre el título y el momento en que estamos entrando. Una aparente sincronía.
Nacho: Cuando David me lo sugirió se me hizo curioso porque yo tenía en mente otros títulos que en mi cabeza tenían sentido pero al hablarlo en voz alta no sonaban bien. Él me dijo algo sobre tiempos raros y llevábamos un rato hablando de guerra bioquímica y la posible tercera guerra mundial…
Ya entraba un poco el COVID, pero a mí personalmente me brincó porque era algo que aparecía en la temática lírica. Alguna de las fuentes de inspiración fue The Dismemberment Plan, un disco en especial de principios de los 2000 que refleja el impacto de la tecnología en la vida de los fans de la banda y cómo todo esto influye en un momento específico de su vida, los medios veinte.
Nosotros estábamos en un momento similar. Mi entorno personal y para el resto de la banda era un momento raro. Veníamos de muchísima actividad, varias giras, por primera vez habíamos salido de México. De repente nos habían salido opciones para definir si sacábamos el disco por nuestra cuenta u opciones con algunas disqueras independientes.
Era un tiempo raro para nosotros. Luego viene el COVID, que en lo personal, no creo haya sido el detonante de lo raro, sino que nos hizo darnos cuenta de esta nueva realidad. Estamos viviendo una realidad en una pantalla que funciona en otro ritmo que la realidad que vivimos. La percepción de la temporalidad es distinta.
Muchos teóricos hablan de cómo el cambio cultural es más rápido: las modas duran mucho menos, la relevancia de un álbum o una canción duran menos. Todo eso detona otras circunstancias.
El virus se esparce más rápido debido a cómo hemos alterado todo y acelerado todo. La manera en que todo se mueve, cómo la gente viaja y tan rápido, en dos meses nos infestamos de Coronavirus.
David: Al inicio del año estábamos platicando mucho. Lo que leíamos nos informaba. Como banda estábamos viviendo una etapa chistosa. Nunca imaginamos lo que iba a pasar.
Cuando surgió el nombre de el disco en una videoconferencia todavía estábamos platicando de irnos de gira en verano con otras bandas mexicanas. Probablemente sí se vaya a hacer, pero ahora no hay fecha. Salió el nombre “valores familiares”, igual que Family Values de Korn y demás, pero Mexa, chido. Hasta íbamos a filmar un anuncio, ya teníamos fecha. Como banda no nos imaginábamos que iba a suceder. Esto nos ha hecho replantearnos cómo trabajar a distancia. Es curioso, pero premeditado. Premeditadamente curioso fue otro de los nombres que pensamos.
S66: Escuchando el disco noto una explosión creativa, cambios estilísticos a lo largo del disco. ¿Cómo encontraron los puntos de encuentro entre sus diferentes influencias y la rotación en la alineación?
David: El 2019 para nosotros implicó mucho trabajo. Acabamos un toquín y salía otro, acabábamos ese y salía otro. Entre verano y otoño salimos a muchas partes. Además cada quien tenía sus actividades propias fuera de la banda. No encontrábamos la manera de juntarnos a hacer un disco. Lo que hicimos fue organizar sesiones de fin de semana.
Quedarnos todo el fin de semana, a dormir, en el estudio que montamos en mi casa. Allí se fueron dando muchas ideas a partir de la convivencia. Podían dar las 6 de la tarde y no habíamos ni abierto la computadora o encendido la interfaz, o conectado ni un micrófono. Pero estabamos cotorreando, interactuando, relajados. Eso facilitó el proceso de maquetear. Eso fue a mediados de 2019. De ahí salió la gira y finalmente en diciembre tuvimos el espacio para acabar las canciones que teníamos.
Terminamos más de las que salieron en el disco y guardamos algunas en el baúl. El resultado de convivir. A veces había experimentos que alguien hacía y en grupo votábamos si entraba o no. Mis recuerdos de grabar el disco son de convivencia, de necesidad de expresión individual. Una de las cosas bonitas del disco fue que cada quien tocó lo que quería tocar de la manera que quería tocar y no lo íbamos a cambiar, a menos que quien lo interpretaba así lo quisiera. Lo que tocara Nacho, Rubén o Bliny era lo que sentían que podían tocar.
Algunas canciones tenían una estructura, pero muchas cosas fueron surgiendo en el momento, mientras trabajábamos. Eso nos llevó a experimentar. Tener un espacio disponible 24-7 durante diciembre nos llevó a podernos expresar en el disco. Posteriormente Nacho trajo letras y en grupo lo fuimos trabajando. Ese fue otro proceso.
La música surgió de un diálogo. Buscábamos una estructura y por ejemplo Bliny hacía una contrapropuesta que encajara a como él sentía. Subirle al ampli, más maciza la guitarra. En un momento Nacho y Rubén estaban grabando una rola –Rid….
Rubén: ¡No le digas a nadie que eso se llama así!
David: ¡Cierto! se van a poner malitos… La canción ya estaba armada, Bliny ya había armado el grosso de la canción. Nacho y Rubén estaban grabando guitarras y dejamos conectados dos amplis en stereo, y estaban experimentando, saben cómo sacarle ruidos a la guitarra pegándole en ciertos lados, sacar reverberación.
Los dos amplis haciendo cosas distintas de una guitarra. Yo me subí a correr y estaba escuchando el desmadre que traían y cuando bajé, 7 minutos de canción ya eran 12.
Nacho: A mí me gusta la idea de que un artista pueda liberarse. Me gusta cuando McCartney se sale de los Beatles y descubre los sintetizadores y en el McCartney II tiene cosas que hasta podrían ser Kraftwerk. O ya influencias prematuras de la banda, The Men, un caso de una banda que empieza siendo de Noise con ondas Black Metal, Crust, Punk y evolucionan y se hacen más banda de Garage y terminan tocando Country de la nada.
Me parece chido que hagan lo que quieran y sean ellos mismos. Hay casos en otras bandas que logran hacer lo mismo en un solo disco, que en un release suenan a muchas cosas distintas.
Me parece interesante pensar que hay gente que se siente traicionada cuando una banda cambia. Pero eso me demuestra que alguien hace música para sí mismo. Que usan su criterio para distinguir sus influencias y referencias y detectar lo que te gusta que sale por los altavoces. Jamás me gustaría editar algo que no me guste.
Está chido pensar que una banda puede ser muchas cosas, y en este disco explotó esa inquietud. Traíamos eso en los EPs intermedios, fueron de exploración, pero en este disco se dio de una manera más obvia. Desde la música, las letras, los distintos tipos de producción en cada canción.
Me gusta y me inquieta que las cosas estén cambiando constantemente. A veces me aburre cuando es lo mismo y lo mismo y lo mismo. Aunque hay bandas a las que les sale muy bien evolucionar lento. Pero a nosotros no.
Acá nos interesaba entrarle intentando de todo, y hubo canciones que no se originaron melódicas pero que al trabajarlas en conjunto ya no funcionaban con el estilo de voces o guitarras que cargábamos… Y pensado y hablado con muchos amigos músicos hemos llegado a la conclusión que hay que hacer lo que le venga bien al track. Lo único que nos interesa es hacer música que nos emociona.
S66: Me da curiosidad entender la relación que tienen ustedes y su música con su espacio. Como muchas otras bandas muy relevantes en la historia de el rock de la ciudad, son nativos de Satélite, autodescritos Satelucos. ¿Qué tiene ese cacho de ciudad?
Nacho: En Satélite no hay espacios culturales, no hay foros de música, galerías, museos… Lo que aprendimos de música de niños fue MTV y luego Internet. Si te quedabas enfermo de niño, prendías MTV y veías videos. Recuerdo ver el de Fatboy Slim con Christopher Walken bailando en las paredes o el de Californication de los Chili Peppers. Recuerdo que en ese entonces los videos musicales eran muy fuertes y la televisión figuraba.
Después el internet. Descargar mp3. Acabando la prepa conocí a amigos muy clavados, Alonso, nuestro ex-bajista, por ejemplo. Un año bajé 120 gigas de música. Lo que me gustaba, encontraba una forma de bajarla. Pero esos consumos cambian de acuerdo a las personas y la generación. David y Gabriel son de otra generación a la de Rubén y la mía.
A mí no me tocó ir tanto al Alicia o al Circo Volador, por ejemplo, estaba muy lejos, yo estaba muy morro, pero acercarme en ese momento a la escena independiente en mi país en esos espacios fue difícil, el acercamiento fue más por conocidos, vecinos que ponían a Niña o Café Tacuba; o por internet, donde la música anglosajona predominaba. Pero de ahí de esas influencias, a nosotros nos interesó calzarla con nuestro idioma y nuestro entorno cultural. Por algo la banda no tiene un nombre en inglés, ni cantamos en inglés.
David: Satélite es curioso. Cuando me mudé para acá algo que me sorprendió era que en cada escuela había bandas. Cada prepa tenía bandas. Con Gabo me tocó jammear en la prepa. No había mucha comunicación entre las bandas, pero se armaban fiestas y en algún momento, en Satélite, Austin tocó con Alison, esa camada de punk explotó acá en su momento.
Qué Satélite haya sido hecha como suburbio dirigido al auto. Circuitos que intersectan en curva con avenidas principales sin usar semáforos. Todo es en carro, poco transporte público. Tiene un espíritu raro, entre lo gringo y encontrar una identidad propia.
Si a eso le sumas lo que dice Nacho de que no hay museos, la música se convierte en un refugio para los adolescentes que vivimos aquí la adolescencia. Las primeras rolas de todos reflejan eso preparatoriano: rompes con una chica, o si vas al Super 7 en Avenida Fuentes.
Nacho: No mames, me acuerdo de descubrir música por el Tony Hawk. No creo que esté mal aceptar reconocer que fuimos ajenos a las escenas musicales en español. Ahora que David lo cuenta, a finales de la secu estaba de moda el Deathcore y el post-hardcore y esa es la primer escena que yo recuerdo. Here Comes the Kraken…
Gabo: Pero a ti te tocó muy avanzado ya. Al David lo veía en toquines de Leche Bety, los Imposibles, Ducto, que le abrió a AFI, uno de esos dudes se fue a hacer Spotify…Tocadas legendarias. O sea entre el skate y el punk hubo una escena que no te tocó tanto. Alison cuando no estaba firmado.
Elli Noise, Austin sin máscaras. Yo llevé a Austina que tocaran a mi secu. Era una escena donde ir al Alicia era “ya la hiciste, estás tocando en el Alicia”.
Me acuerdo de mi primer show en el Alicia, estábamos bien mecos, bien morros en la secundaria y nos sentíamos realizados. Era este lugar donde las bandas icónicas de una escena a la que querías pertenecer estaban tocando. Me acuerdo en ese momento Panda venía al Alicia y era gente afuera. Una época donde Panda representaba una escena de Punk. Me tocaron lodazales, lonas, loncheras conectadas a loncheras para que sonara más fuerte.
Empiezas en casa. Cada fin de semana a mí me tocó hacer tocadas con amigos en cada casa.
El momento del que habla Nacho ya es posterior, ya había bases. Yo ya estaba activo en bandas. Here comes The Kraken ya había girado. Satélite evolucionó y es un rollo cíclico. Aunque Satélite nunca tuvo un auge por sí solo, la banda del DF lo veía como ir a Satélite pero de ahí a Atizapán, a Bosques del Lago, a veces Izcalli, Villa… Era un circuito DIY suburbano.
DIY neto. Por el amor a generar comunidad. Nadie cobraba. Claro, todos vamos creciendo, dispersándonos y entran a otros circuitos que vuelven a centralizar: El Imperial, el Caradura –que no están mal, son buenos espacios– pero que no daban abasto suficiente a todo lo que está pasando. Buscar fechas ahí llegó a ser tortuoso, porque la industria creció, se diversificaron las bandas pero no los espacios.
David: Como joven, en la prepa, por ejemplo con Nacho o tocabas en una fiesta en Satélite o en los Billares, o los festivales de la escuela. El festival del Tomás, de la UVM, del Cedros.
Eran las opciones. Ves eso tan joven y luego ves el Imperial que se llenaba todos los fines, quieres tocar ahí. Pero te acercabas a esa escena y viven en la Condesa, Roma y eso relacionado a la centralización de los trabajos, los morros a los 19 años en vez de querer hacer algo cabrón en Satélite, prefieren migrar a la Juárez, La Roma y se diluye lo que pasa acá.
Otra cosa que hace interesante a Satélite en el sentido de conocer música nueva es uno de sus problemas principales. No hay transporte público eficiente, todo es en coche. Pero pues es en el coche de tu cuate, camino a una fiesta o concierto donde empiezas a escuchar la música de tu cuate o tú pones la tuya y eso yo creo hace que entre Satélite haya muchas cosas musicales que se van compartiendo de boca en boca, muchas veces cómo es pueblo chico hasta cierto punto, todo el mundo entre generaciones conviven de una manera u otra y hay muchas anécdotas, empiezan a pasar ese tipo de coincidencias. Pero la triste realidad es que siguen sin haber muchas cosas en Satélite.
S66: Justo ahorita que mencionaban las cuestiones de las comunidades dentro de las escenas que se crearon en su momento en Satélite y toda la zona del Estado de México, me acuerdo que ustedes han jalado mucho con No Somos Marineros, Joliette, Hawaiian Gremlins, Sadfields, incluso en los primeros shows de Aquí No Hubo Escena. ¿Cuál ha sido el mayor aprendizaje que les ha dejado esa trayectoria conjunta con estas bandas, sacar varios EPs hasta llegar a Tiempos Raros?
Nacho: Yo quiero hacer un comentario preliminar, Aquí No Hubo Escena existe por una canción que nosotros hicimos en el 2013 llamada Aquí Hubo Escena, me acuerdo que Yahir nos escribió y nos preguntó si podían usar el nombre.
Es curioso porque esa fue la primer canción que existió de El Shirota, que fue cuando llegó nuestro primer guitarrista Mauricio Avendaño y está curioso porque justo el primer EP denota la característica principal de la banda, donde se muestran varias inquietudes por un lado tienes esta canción que está inspirado en Satélite y como en esa zona hubo una escena muy fuerte de movimiento emo o punk rock o como le quieras llamar, incluso había la percepción de “¿cómo vas a ser emo? A esos gueyes los patean en Mundo E”, y al mismo tiempo empieza a haber un revival de ese sonido y de repente sale No Somos Marineros, pero El Shirota todavía no encontraba por donde quería sonar, me acuerdo que teníamos una canción que nunca salió bajo ese nombre sino en unos demos nada más, y no quisimos llevarlo tanto como allá, por ejemplo el disco de Chiluca No Es Satélite tiene como dos lados, están las primeras dos canciones que son mucho más melódicas y las otras son más como post punk, stoner o incluso garage.
Chiluca No Es Satélite EP by El ShirotaMe acuerdo mucho de eso, de Aquí Hubo Escena y de hecho es muy cagado porque David después de habernos ayudado a grabar el primer EP en una de esas Alonso no pudo tocar y me acuerdo mucho del primer Aquí Hubo Escena tocaron Little Jesus, Tungas, No Somos Marineros, Los Especialistas, Hexagrams, Edgar Allan Trigésimo Tercero y nosotros. Sólo quería respaldar el hecho de que en Satélite siempre ha habido un background de punk rock y de mucha cultura skate, a la gente sateluca le gusta eso.
Gabo: Pero justamente ahora que lo mencionas, ahorita Nacho lo respondió de manera indirecta, es el único aprendizaje porque es una realidad que vivimos, yo soy muy amigo de Carlos el guitarrista de No Somos Marineros, y coincidimos yendo a hacer ejercicio icónicos tubos del Naucalli y decíamos que en vez de hacer ejercicio hacíamos pura garganta porque nos aventamos pláticas de horas hablando de las bandas, fuera de una gran amistad era una buena mancuerna las dos bandas.
Después de pasar por varias cosas me di cuenta que cada banda es un mundo entonces cada quien tiene su propia manera de hacer las cosas, y desde mi perspectiva de haber estado en Joliette y en otras bandas, vas aprendiendo a que puede tocar golpe tras golpe y es muy fácil tirar la toalla, entonces tienes que ser muy necio, tienes que confiar mucho en lo que estás haciendo. Al final de cuentas la calidad es lo importante y lo que te va a mantener ahí.
Poniendo muy aparte eso, lo único que tienes que tener muy presente es que tienes que trabajar, estar ensayando y tocar… Son unas combinaciones de talento, circunstancia, suerte, la vida misma.
Yo en mi desarrollo yo tenía una concepción de mi vida diferente y esta constancia y trabajo me ha llevado a formar parte de este gran proyecto, es muy difícil dar un aprendizaje general, diría que tienes que ser bien constante en todos los ámbitos.
Nacho: Yo he estado pensando mucho en esto que está pasando, cómo va a impactar en muchas cosas por ejemplo ahorita nos tenemos certeza siquiera de que los conciertos van a regresar, cada vez se extiende más el tiempo.
Yo ya empecé a perder expectativa de que en 2021 haya shows, ya empecé a pensar que tal vez sí vayamos a vivir unos años sin actos en vivo, la motivación musical va a tener que salir de otros lados. Pero lo curioso es que es una combinación de varias cosas, el hecho de los shows en vivo, la creación de canciones y discos, la creatividad dentro de la grabación musical, incluso la mercancía como motor para por lo menos no morirte de hambre, por lo menos que haya dinero para comprar pizza cuando nos juntamos a tocar por ejemplo.
La realidad es que conforme hemos ido creciendo, nos hemos ido dando cuenta que definitivamente ha habido muchas cosas que hemos negado y que seguimos negando aunque haya dinero de por medio sabiendo que nos puede ayudar y que estamos en una posición nada cómoda y que no tenemos la solvencia económica por parte de la banda para dejar otros empleos, creo que sí es importante entender que ahorita hay que ver hacia dónde va la música, creo que incluso va a haber formatos que van a tener que cambiar, es una realidad.
Nadie sabe qué va a pasar, pero está chido porque hoy en día hay muchas herramientas para seguir trabajando en línea, si The Postal Service lo hizo en el 2000 y a dónde los llevó ese disco, creo que se pueden intercambiar el amor a la música de otras formas, más seguras.
Es un reto todo esto, te pone a ingeniártelas para seguir haciendo lo que nos gusta. Está curioso porque es un momento sin duda singular, yo estoy todavía sacado de onda.
David: Yo siento que el aprendizaje después de tantos años, lo que le pasa a muchas bandas es que no están comprometidas, aunque reconozco no siempre se tienen los medios: la música no es ingrata pero el medio sí y puede resultar muy avasallador.
Hay mucha gente que sus expectativas de vida cambian, cuando ya empiezan a pasar los 30 años, empiezan a dudar pero más allá de que se arme o no creo que el compromiso para con uno mismo, debe ser el compromiso con la música. Es un camino muy difícil pero es el mejor consejo que le puedo dar a las bandas.
El hecho de estar comprometido con el arte, pase lo que pase seguir produciendo, ese compromiso a muchas bandas les falta, y tarde o temprano ese esfuerzo eventualmente te a traer beneficios y te va a llevar a comprender mejor tu música y lo que haces.
Las bandas que no tienen ese compromiso y que quieren tener un proyecto a veces pueden tener mucha suerte y a los 3 meses ya están grabando porque tienen muchas palancas pero esos proyectos no duran porque la conexión de ellos con la música no era suficiente como para cuando vienen los tiempos difíciles, aguantar.
El rock te va a patear muchas veces pero también te va a acariciar, por eso esa convicción tiene que ser fuerte.
S66: Sí, al final de cuentas es como tener una mentalidad punk, la vida misma es un moshpit que te golpea y de eso aprendes a seguir y saber por dónde pegar .
Nacho: Yo a veces me pregunto el significado de éxito, de realización, alguna vez un amigo músico me dijo que en un carrera musical siempre vas a sentir el agua en el cuello, personalmente creo que la autorrealización está primero cuando la gente escucha tu música, que les conmueva.
Incluso está chido cuando se empiezan a polarizar las opiniones con tu música, y te demuestra que no a todos les puede gustar todo.
Ahora que mencionas a Hawaiian Gremlins, yo lo vi es una banda que para mi gusto tuvo mucho éxito en su momento y eso mismo los destruyó, ya no supieron qué hacer, como que tal vez a algunos les abrumó todo esto y se dieron cuenta que tal vez no querían dedicarse a la música.
Y veo este caso en otras bandas entonces a veces me pregunto si Kurt Cobain se arrepintió en algún momento, el éxito no sé qué sea pero lo importante es hacer la música por las razones correctas, que te gusta lo que haces y te sientas cómodo con todo.
Este aprendizaje de trabajar con las demás personas, se termina volviendo lo mismo que un trabajo, a donde voltees las relaciones interpersonales existen y tienes que lograr que sean lo más sanas posibles y tienes que llevarlas de la manera más sana posible pero también hay sus fricciones, somos humanos. Siento que a veces la gente se desespera porque sienten que no todos están jalando para el mismo lado, pero hay veces que la música te lleva a lugares lejanos pero con que lo escuchen tres personas ya se logró algo.
No sé si subirte a tocar en un festival ya es armarla, son oportunidades chidas que te ponen a prueba. Creo que más allá de la atención mediática, el quiera hacer música hoy en día tiene muchas herramientas.
S66: Ahora que hablaban de todo este tipo de intercambios sociales, me gustaría saber acerca del arte de Tiempos Raros hecho por Guillermo Anda que es como un collage de elementos visuales que van muy de la mano con esta variación sonora a lo largo del disco.
Nacho: Esta curiosa la historia, cuando empezó El Shirota no teníamos baterista.
Yo la tocaba, teníamos un amigo que creíamos que se iba a unir Jorge Ramis y nunca lo logró, conocí a Momo porque siempre estuvo involucrado con bandas y para todas siempre se metía al tema del diseño, en algún momento quisimos diseñar el logo de una playera pero nunca se dio, y luego hicimos con él un video animado hace un año, inspirado en las caricaturas que veíamos de niños, de Cartoon Network, Nickelodeon incluso onda MTV, y después de eso platicamos y decidimos que queríamos hacer algo con él, obviamente queríamos que conservara su estilo pero que también hubiera una línea marcada de nuestro lado, como una colaboración, entonces lo invitamos varias veces cuando estábamos grabando y vino a las sesiones de mezcla algunas veces.
Él me decía que lo escuchaba diario y se ponía hacerlo, y pues está curioso lo que salió, entre como caricaturas y texturas de arte abstracto. He escuchado a mucha que dice que se parece a Basquiat, pero yo siento que tiene más elementos, creo que esto tiene que ver más con el street art.
S66: Ustedes siempre se han preocupado por sacar su material en vinilo muy a la DIY, ¿cómo le hacen ustedes para realmente hacer esto en tiempos donde el streaming está ahí?
Nacho: Afortunadamente encontramos un adicto al vinilo que sigue interesado en seguir produciendo vinilos para bandas, siento que en particular yo he visto que en la escena del indie gringo se ve mucho eso, me acuerdo mucho de cuando empezamos la banda estaba en auge un sello que se llamaba Topshelf Records que tenía muchas cosas de emo y de post hardcore y estaban muy enfocados en el vinilo con diseños en colores, etc., y afortunadamente encontramos un sello que quería jalar parejo con nosotros.
En cuanto a la versión diy tiene mucho que ver que con la idea de que nos gustaba la forma de plasmar nuestra música en un formato así. A lo que voy es que siempre nos gustó esa idea, cuando empezamos a grabar con Hugo Quezada, el tenía una banda que se llamaba Robota y estuvo chido poder buscar la manera de hacer un vinilo que no fuera tan caro, con lo poquito que ganábamos. Y así lo hicimos.
Así le hicimos realmente. Si ya lo habíamos grabado con alguien que no necesariamente tuviera un gran estudio sino tuviera buen equipo para grabar y con visión sonora. De alguna forma enfoques artísticos en la producción y mezcla, estaba muy chido bajarlo en formato físico.
Después de echar muchos mails, encontramos una planta en República Checa que dejaba tener hasta 100 copias y dijimos “va, vamos a sacar 100 y ver qué pasa”.
Nuestra idea era sacarlos y hacer una versión de colección y efectivamente, salieron y se vendieron 100 copias que las tienen personas, que están flotando que pues en algún momento para alguien tendrá algún valor sentimental importante, eso está chido. El valor de reventa y demás que pasa con otros sellos, es otro rollo del melómano en la compra/venta.
Tiene mucho que ver que en ese momento a Alonso y a mí nos gustaba mucho el coleccionismo. Rubén le estaba entrando a la onda de los vinilos.
Se nos hizo interesante escuchar nuestra música en disco, era un capricho porque la realidad lo que cuesta hacer 100 copias, es prácticamente para recuperar la inversión. No se trata de ganar dinero. Hasta la fecha no recuerdo haber ganado dinero de eso, sino en todo caso, haber recuperado el dinero que gastamos.
Estuvo chido, fue un ejercicio intentar plasmar tu música en físico, está padre.
S66: Devil In The Woods es un label que a pesar de ser un label pequeño actualmente, parecería que tienen un ojo clínico para jalarse a bandas con propuestas interesantes, ¿qué opinan al respecto?
Ruben: Estamos contentos por todo lo que están haciendo porque justo, recalcando puntos que han dicho mis compañeros, pues al final se trata de promover música y sabemos que nuestra música viene de un lugar bonito, creemos que es bueno.
Gabo: Sabes que está padre? Que desde que conocimos a Mike… en la industria hay que ser precavidos, todos hemos pasado por pseudo manager, pseudo booker… pseudo disqueras independientes que “hacen cosas” y al final no hacen cosas.
Cuando llegó Mike fue muy puntual con lo que quería, cómo lo que quería, y antes que nada, nosotros siendo el punto de lanza de la disquera para la reinvención del label como para llevar a cabo los planes. Al final de cuentas, antes de cualquier cosas era nosotros, él nunca nos ha impuesto nada, confía mucho en la banda… en el arte que podemos crear y conforme ha ido avanzando, todo lo que ha propuesto, todo lo que ha dicho que quiere y puede hacer, se ha hecho en tiempo y forma… bueno, fuera del COVID, pero ahí está. Todo se ha llevado a cabo.
Podrá ser una disquera experimentado, él ha vivido la industria desde el lado de business como del lado artístico como nos hemos sentado a platicar de anécdotas de tours, shows, sobre la industria misma hay miles. Se siente cómodo saber que hay alguien de qué se trata estar desde este lado.
Cuando hemos hablado de tours…. Él nos quiere literal empujar hasta donde se pueda, mientras nosotros aguantamos, él está ahí. Es muy consciente de lo que implica ser una banda hoy en día; los gastos, el desgaste físico, emocional y sentimental, trata de cuidarnos… trata me refiero porque no está en su control.
Nacho: Eso significa que nos va a pagar psicólogos.
Gabo: Ojalá, la neta estaría increíble. Chavos, ahí se los dejo.
A lo que voy, es que el equipo de trabajo que conforma Devil In The Woods, todos tienen muy claro lo que quieren y hacia dónde quieren ir. Afortunadamente, veo que confían mucho en nosotros y que si quieren a través de El Shirota, la disquera vaya creciendo, entonces vamos muy de la mano.
Rubén: A mí lo que se me hace muy curioso, que verdaderamente fue la primera propuesta sólida que tuvimos y que están teniendo muchas de las bandas que están firmando con Devil in the woods como LOIS, Los Blenders… Todas estas bandas que estamos dentro del mismo círculo y lo que se me hace curioso, es que este sujeto que ni siquiera vive en México, sea como primeramente interesado en todo esto, que alguien nacional. Se me hace curioso.
Nacho: Es que se necesita dinero y al parecer, él tenía los medios y entiende el riesgo financiero que él está llevando a cabo al invertir en tantos proyectos a la vez. Es como si funcionara una empresa.
A lo que iba, todos los sellos independientes que nos gustan, creo que han tenido decisiones como empresas: que han perdido y ganado dinero y eso es parte del juego.
Rubén: Sí, claro. Totalmente de acuerdo con eso, lo que se me hace curioso que nadie en México esté apostando por eso.
S66: A veces se necesita la visión externa de un outsider.
Gabo: Él está tratando de implementar un negocio del cual aprendió en USA donde la industria musical sí tiene varios escalones. Aquí en México eres de puro festival o eres independiente.
No hay como un punto medio, en USA sí se presta porque la misma industria, el circuito de bandas, el ingreso per cápita, la infraestructura económica permite que existan diversos niveles para desarrollarte como artista. Aquí en México, no quiero decir que no haya habido gente la iniciativa, pero por lo menos, él por ahorita, dentro de sus posibilidades y de la empresa que se está consolidando, trae una idea muy clara de cómo llevar a cabo ese negocio en un ámbito, tal vez mediano, no estamos hablando Sony BMG ni estamos hablando de Hazlo en tu Cochera Discos.
Entonces creo que él está tratando de mantener eso y las bandas que estamos ahí formando parte, somos un referente que seguimos ahí, entonces en una de esas, si él sigue trabajando de esa manera, alguna va a pegar.
Me mantengo positivo, va a pegar, y eso va a hacer que nos refiramos a Devil in The Woods como esa disquera… Sub Pop.
No quiero comprarnos con Nirvana en lo más mínimo, tal vez Nirvana termina siendo LOIS o Los Blenders, no sé, pero a lo que voy es que si sigue trabajando así… Más que nada es de estas enseñanzas, la honestidad ante todo. La honestidad no sólo de “soy siendo honesto en que te voy a pagar; estoy siendo honesto en que voy a sacar tu disco; estoy siendo honesto que te voy a entregar canciones”… la honestidad porque realmente te nace hacerlo.
Es parte de la música. Es bien difícil porque todo mundo quiere sacar provecho, de alguna u otra manera; del lado de business o artístico. En esta relación, él vio la honestidad en el arte de El Shirota como nosotros vimos la honestidad de él, lado business para consolidar esto nuevo que estaba planteado.
Propuestas tuvimos, modestia aparte. Afortunadamente, propuestas para trabajar con gente hubieron varias, antes de tomar la decisión de irnos con Devil in the Woods, estuvimos en un punto de “cómo le vamos a decir que no a esta persona?”. Lo que nos convenció fue la honestidad y transparencia de Mike, queriéndonos apoyar como mancuerna… llegar a este éxito.
Ruben: Lo chido es que nos da la oportunidad de poder compartir nuestra música con más gente que de alguna otra forma no llegaría de manera orgánica.
Nacho: Siento que es la visión de Tony Wilson, como que estaba toda la escena en Manchester y él era un periodista que tenía los medios o el dinero para costear grabaciones de bandas y decidió a apostarle a cosas que nadie le hubiera apostado como Joy Division, New Order… Le funcionó con algunas y lo mismo pasó con Creation Records con My Bloody Valentine que fue en muchos momentos un fracaso financiero y por otro lado tuvo a Oasis que fue tanto el éxito que ni siquiera supo cómo administrar tanta cantidad de dinero.
Creo que ninguna de las 2 bandas las firmó como queriendo ser millonario, más bien eran fans de la música que tenía los medios necesarios.
Realmente hay gente en este mundo que tiene los medios y les gusta involucrarse de alguna u otra forma, y pasa a veces con las bandas que no tienen los medios para llevar la música al nivel que lo conocen personas.
En el caso de Devil in The Woods cómo explicar a Mike que hay una situación con muchas bandas que es la Visa de Trabajo para ir a tocar y hemos vivido experiencias cercanas de gente deportada, gente que ha tenido malas experiencias con la Border Patrol y demás.
Nosotros le explicamos no queremos hacer eso y tenemos amigos que están respaldado por sus sellos en este tipo de ocasiones y los han costeado lo que se requiere para los trámites de la visa y sin mayor premura lo entendió y dijo “va, nos va a costar el doble de trabajo recuperarlo, pero si todos estamos dispuestos a trabajar, yo tengo confianza y certeza de que se arma, yo confío en esto y sé que es lo que tenemos que estar haciendo”.
S66: Si pudieran escoger un venue para tocar Tiempos Raros ahora que todo se normalice, cuál sería y por qué y a qué bandas invitarán?
Rubén: Lo más lógico es que no podemos pensar en un lugar, siempre discutimos en 18 posibles temas y al final surge otro y ese es el que hacemos.
Gabo: Estaría padre, exagerando, de los últimos shows que tuvimos el año pasado fue en casa de Momo…en una casa, literal se cayó la casa, creo que no nos esperábamos eso.
Estaría muy interesante que para el primer show, regresando a la normalidad, que logremos levantar el pico de contagios en un show casero de ese tipo porque no cabe más gente, todo mundo está sudando, escupiendo y demás…sería lo ideal, creo que sería el mejor regresó de El Shirota.
David: A mí me encantaría tocar en Japón, ósea no como la primera vez para tocar el disco, pero sí me gustaría para ir con mis 3 amigos.
Nacho: A mí me dijeron que Rubén va a ser invitado al G3. Es ya considerado un guitar hero después de este disco.
S66: Definan el contexto de estos días con una línea lírica de Tiempos Raros.
Ruben: “¿Cuánto falta?” Tal vez
Gabo ¿Adónde voy?” Literal, también.
Nacho: Está curioso porque como que de repente se vuelve una relación hipocondríaca de lo que está sucediendo en el mundo y los discos con el mundo.
Si quieres relacionar una cosa con la otra, vas a encontrar la forma de hacerlo.
A mí se me hace que “¿Cuánto falta?” Tiene una cosa curiosa como de hablar de ¿cuánto falta para las cosas se alivianen? A veces toda tu vida quieres ser adulto, tener IFE, comprar comprar alcohol legal o lo que sea y cuando ya estás ahí como que piensas ya piensas como ¿Cuánto falta para que se establezcan las cosas? Porque volteas a ver a tu familia y pues para la edad que tenía mi papá ya tenía una casa y 2 hijos, y como que los millennials es la pregunta ¿cuánto realmente vas a estar tranqui? Parece que la vida ya es en general así como que todo el tiempo ya te traen así en los trabajos y en todos lados.
Como “ya mero, ya mero” hasta en la política “ya mero van a bajar los homicidios, ya mero” y pues nunca pasa en realidad. Estamos todo el tiempo replegados de problemas alrededor.
A veces está chido cerrar los ojos tantito y escuchar un poco de calma. Justo eso, relajarse un poco.
La música es eso, darse un momento para eso. A mí ya no me gusta escuchar la música en la computadora sino acostarme un rato, estar leyendo o algo como para no estar todo el tiempo pensando, que la música sea un gusto como si comieras un chocolate.
S66: ¿Cuál es el tesoro de la ciudad?
Gabo: Muchos han dicho que es una máscara.
Ruben: La NK-95.
Gabo: Esa madre. Me escribieron alumnos “Gabo, ya sé cual es el tesoro… es una de esas mascaras”.
Nacho: Es un cubre bocas de minions de triplicada.
Gabo: ¿Tú cuál crees que es el tesoro, Marlon?
S66: Esperamos que la cura para el COVID.
David: Mira, espera, para la grabación, vamos a hablar de negocios. Ya te vamos a poder contratar.
Nacho: Es el tesoro del mundo, no de la ciudad.
Tiempos Raros by El ShirotaAdquiere el disco de El Shirota (Tiempos Raros) directamente en su Bandcamp.