Los Angeles y Barfly
Por Erick Estrada
Cinegarage
Vans
Desde que la cámara de Robby Müller nos muestra uno a uno las entradas de los bares en que va a deambular Henry Chinasky en la película Barfly de Barbet Schroeder nos damos cuenta que nuestra querida ciudad de Los Angeles va a ser un elemento central en todo lo que ocurra en la película. De todo eso nos damos cuenta mientras suena “Hip Hug-Her” de Booker T. & the MG’s en la secuencia inicial de créditos.
Charles Bukowski, el enmarañado poeta de la decadencia es el autor del guion. Estamos hablando de un personaje que es un vagabundo, un peleador callejero, un bebedor de campeonato, un bravucón y un ser que odia estar en medio del resto del mundo pero que no puede estar sin sentir al resto del mundo. Todo al mismo tiempo.
En 2020 que se cumplen 100 años del nacimiento de Bukowski tenemos una oportunidad de oro para reconocer que la ciudad de Los Angeles es ya un personaje sobresaliente. Pero también tenemos que admitir que cuando aparece en una película ese personaje a veces se roba la historia.
Eso no ocurre siempre. En Barfly la ciudad de Los Angeles luce diferente a como se nos ha presentado en comedias insoportables o en historias románticas que no siempre nos dejan con buen sabor de boca como, por ejemplo, Mujer bonita.
De hecho no sabemos en realidad si Rodeo Drive es en realidad Los Angeles.
La ciudad que tanto nos ha dado no se ve igual en Barfly por la sencilla razón de que Bukowski -vagabundo y solitario como era y como lo es su alter ego el gran Henry Chinaski- es alguien que recorrió las calles de lo que probablemente es la ciudad verdadera. Las calles de Bukowski son las calles en donde están todos aquellos que nadie quiere ver en las películas de Hollywood pero es también la ciudad en donde se encuentra el movimiento real.
Es en las descoloridas y descarapeladas calles que nos muestra Los Angeles (y tantas otras películas que no se dejan llevar por el brillo del cine facilón) es donde buena parte del hip hop del oeste se cocinó hasta que explotó en el hoy mudialmente famoso Compton. Si bien la ciudad de Los Angeles de Bukowski no es precisamente la de los cholos y los punks latinos, tampoco es la ciudad que aparece llena de glamour en las pantallas del cine.
Podríamos decir que en el retrato que se hace de Los Angeles en Barfly estamos mucho más cerca de las piscinas vacías y secas de donde surge el skate park contemporáneo que de todo aquello que deslumbra y luce como fiesta eterna en otras películas.
No. En Barfly Barbet Schroeder se encargó de que la ciudad luciera tan auténtica y viva como rasposa y decadente y los escenarios de su película se ven como podría encontrarlos cualquiera en cualquier momento. Por eso podemos casi oler esas casas, esas calles, escuchar lo que ocurre dentro de los locales y enlas calles de una ciudad tan encantadora y demoledora como esta.
Por eso el scouting se esforzó tanto en encontrar a los bares indicados… Sí, Los Angeles es skate y hip hop pero también cuenta con una larga oferta de dive bars. Y la lista de los que se ven en la película no es corta: Boulevard Inn, Ski Room, Catelina Cocktails, The Elbow Inn, The Golden Horn, Craby Joe’s, Smog Cutter, Frady Hank, The Sunset, Silver Platter, Side Show, Snug Harbor, The Hollyway Cocktails, Oasis. Casi todos están en esa secuencia inicial pero desafortunadamente no todos han sobrevivido el paso del tiempo. Unos se convirtieron en estacionamientos (la gran plaga de Los Angeles), otros en gasolineras y otros aunque ustedes no lo crean en centros comerciales.Pero ahí está, en el centro de Barfly. Ahí están los aromas, los ruidos, los colores desaliñados y las calles eternas de Los Angeles en donde se puede patinar toda la tarde. Ahí está el gran personaje escondido en Barfly, nuestra querida ciudad de Los Angeles.