Los Violencia River lo volvieron a hacer; la cuarta edición del Burger Revolution 2018. A pesar de un clima caluroso que ha estado presente en los últimos días en la CDMX, propuestas surf, lo-fi, garage/punk y rockabilly le dieron frescura a este evento.
La verdad esta revolución no armada nos dejó con buenas experiencias más allá de lo musical. De principio a fin, las ochos bandas dentro del line up se rifaron durísimo así como la pandilla que le cayó desde que se abrieron las puertas -a las 4pm- y darle chance a las bandas abridoras.
Los primeros en abrir el escenario del Indie Rocks! fueron los Los Reyna Valiendo Madre. Un proyecto de Aragón con diversas influencias de sus integrantes (punk, jazz, rock, lo-fi) pero que logra unificar y proponer algo fresco. Desde que vimos su nombre en el line up del Burger Revolution, nos llamó la atención y más aún verlos tocar desprecupados.
Un punto muy a favor fue que la curaduría de este movimiento, le dio chance no sólo a bandas nacionales sino también a bandas extranjeras como Las Yakets. Desde Costa Rica, este trío se rifó a venir por sus propios méritos hasta México para tocar; algo de reconocer y vaya que lo hicieron al contagiar con su sonido para abrir el mosh pit. Supieron que nos gusta el sudor.
Sudados y con ganas de más contacto físico con la pandilla, llegaron The Froys. Tres morros con playeras Tie-dye se rifaron un set potente, era evidente como transpiran chingo de energía al tocar. El Off The Wall lo traen bien presente.
El garage estuvo a cargo de Los Sustos que nos mantuvieron serenos y a gusto.
Probablemente los más esperados fueron los Señor Kino. Lo sorprendente fue que estos sonorenses tienen una base sólida de seguidores en la CDMX que se sienten identificados con sus canciones pegajosas y melosas; los kinos tienen menos de veinte años. El cover que se aventaron de ‘Vete Ya’ de Valentín Elizalde y el crowdsurfing que hizo su vocal Karl, dos joyas
¿Dónde quedó el punk? El trabajo musical de Dinosaurios Surf Club surf-punk hizo que el mosh pit del centro del venue fuera el más tosco de todo el evento. Aparte de que con ellos se comprueba de que dentro de las escenas, lo colectivo y apertura con otras bandas funciona para bien; en algún momento subieron a tocar con ellos a parte de Señor Kino y Sandy.
Los Cavernarios ya son como un viejo lobo de mar (desde 2002) y dejaron claro el porque; ellos apropian todos los géneros de este evento de manera funcional. Respeto a estos señores.
La cereza del pastel fue el regreso esperado de O Tortuga, que después de un descanso de aproximadamente año y medio, la rompieron con canciones nuevas -sacarán próximamente disco- y otras ya conocidas como ‘Ferrari’. Hubo un momento que en la pista del venue estaba dividida por dos grandes círculos de pandilla armando el slam y bailando.
Ya para englobar todo lo mencionado, este Burger Revolution demuestra que la comunidad es esencial para la exposición de la música, aplicando el DIY. El saber como las bandas se apoyan unas con otras y cotorrean sin poses, está fregón. Al mismo tiempo de que es un evento abierto a seguidores de cualquier edad, les da el chance de descubrir nuevos sonidos y ambientes. Hemos dar una mención especial a Violencia River quienes les dan una forma de expresión a los diversos jóvenes que tienen en común aspectos como la música y estilos de vida.
Fotos de @victorcomp