En el marco del mes del arte en la CDMX, este fin de semana me fui a hacer mi primer recorrido en uno de los espacios que reúne más de 130 galerías de todo el globo y una de las ferias más reconocidas en Latinoamérica: Zona Maco.
En esta ocasión, cumple quince años de estar en el radar de coleccionistas y amantes del arte y aunque en sus últimas ediciones ha recibido críticas divididas, estoy convencida de que esta plataforma enfocada a fomentar en México el coleccionismo de arte, es una muy buena opción para nosotros los mortales, de respirar el mismo aire que acaricia un Botero.
En primera instancia, el adentrarse en esa inmensa bodega -debo recalcar que es la primera vez que tengo la oportunidad de asistir- es como estar inmersa en un ecosistema de infinitas posibilidades perfectamente organizadas cada una en su lugar, con su cada cual, que resulta difícil decidir por dónde comenzar.
Entre fotografías de Andy Warhol y Thomas Ruff, y sobre todo muchos Baldessaris, poco a poco me fui ambientando y creando mi propia organización estética que me permitió analizar desde mi criterio cada una de las piezas exhibidas.
La parte más emocionante de este recorrido fue encontrarme con dos Takashi Murakami, quién es uno de mis favoritos desde que lo conocí en su colaboración con Marc Jacobs para Louis Vuitton hace ya unos años.
Pero, las piezas que robaron mis sentidos fueron sin duda, las esculturas de Gisela Colón, artista que juega con la luz y la materia para desarrollar objetos de apariencia orgánica a los que llama “Pods”; más allá de la belleza estética y los colores perlados de estas esculturas, la manipulación de acrílicos bajo los que fueron creados y sus cualidades ambiguas me dejaron un buen rato imaginando su lugar en la naturaleza y con unas inmensas ganas de tocarlos con mis propias manos.
Gisela Colon
Otro gran descubrimiento lo realicé en el stand de la editorial Gustavo Gili, la cual es de mis básicas en cuanto a ediciones en español especializadas en moda, pero no puede evitar dejar a un lado Sociología de las Tendencias de Guillaume Erner por un libro de colorear de los Moomins, si esos caballos-hipopótamos escandinavos de los que eran fan en los 90.
Si bien, Zona Maco no es el único espacio que abre sus puertas a las diversas propuestas de arte que surgen en México, Latinoamérica y el mundo; forma parte de los precursores de las ferias de arte en el país. Por ello, si tú eres de los que disfrutamos de admirar a los grandes y de estar abierto a descubrir nuevas intervenciones, sin duda no debes perderle la pista a las próximas ediciones de Zona Maco y a los artistas que exponen y ofertan sus obras en todas y cada una de sus ediciones.
Y así como pude respirar en el ambiente olor a madera, hojear revistas con diseños editoriales hermosos y tomar vino tinto en copa, los looks con Vans no se hicieron esperar, y el modelo más popular por excelencia sigue siendo el ya clásico Old Skool.
Texto y Fotos: – Andrea