“Hay quienes tienen su parte de ciudad
la necesitan y no la merecen
Hacen de la ciudad su objeto del deseo”
Leonarda Rivera
Incontables son las veces que la ciudad nos ha jugado malas pasadas, tráfico insoportable, falta de transporte, agua o luz. Vivir en una ciudad tiene sus pros y sus contras, haciendo memoria de estos malos días la escritora nacional Leonarda Rivera escribió “Música para destruir una ciudad”.
Inspirada en el mito de la antigua Jericó que puede leerse en el antiguo testamento – “Las siete trompetas, de los siete sacerdotes tocaron con gran estruendo y los muros de la ciudad se derrumbaron”– esta escritora mezcla sus vivencias y gustos musicales hasta convertirlos en una prosa sencilla, que vuelve al lector juez y parte de la destrucción de toda una civilización.
Para cada situación un poema. A diferencia de lo que pensé cuando en la Feria del Libro encontré este libro, los versos se dejan musicalizar por la mente de cada persona. Leonarda nos introduce en cada palabra a su ciudad, una que sube y baja, que encuentra su lugar y se destruye poco a poco.
Paralelamente podemos descubrir que aunque ficticia, esta ciudad está llena de paisajes reconocibles como Paseo de la Reforma, cualquier zona donde localizan los principales lugares de trabajo, que a pesar de que ven transitar diariamente a miles de personas, no pueden darles una vida estable.
Este libro es corto, se lee con bastante facilidad y para todos los que vivimos en esta jungla de concreto, es un desahogo de todos las complicaciones que nos unen al vivir entre grandes edificios y congestiones viales.
Imagen de portada por: Nacho 3